La tan anunciada “revolución fiscal” que PP y Cs habían convertido en su santo y seña desde que formaron gobierno en la Junta echó a andar este martes, con la aprobación en Consejo de Gobierno de medidas ya conocidas (la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones) y otras de corte simbólico dirigidas a familias numerosas y empresas. De esta manera, la principal novedad llega con una rebaja del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de la que se beneficiarán 3,7 millones de personas, con una bonificación sustancialmente mayor para las rentas altas (tres puntos porcentuales) que para las bajas (0,5 puntos).
Por lo pronto, los tramos autonómicos del IRPF se reducen de ocho a cinco. El primero, el de las rentas más bajas, pasará del 10% al 9,5%, mientras que el segundo va de los 20.200 a los 35.200 euros con una tributación del 15%. Aquí los beneficiarios son los que cobran entre 28.000 y 35.200 euros, que hasta ahora pagaban el 16,5%, ya que los que ganan entre 20.200 y 28.000 euros ya estaban al 15%.
El tercer tramo, que incluye la horquilla entre 35.200 y 60.000 euros, pasa del 19% al 18,5%, y a partir de 60.000 pasa del 23,5% al 22,5%. En este último escalón se incluyen las rentas superiores a 120.000 euros, que hasta ahora tributaban al 25,5% y ahora lo harán al 22,5%, es decir, tres puntos porcentuales menos.
Preguntado por esa descompensación en la reducción entre las rentas más bajas y las más altas, el consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), lo justificó con que el objetivo es llevar la tributación a la escala estatal. Lo importante, a su juicio, es que así se consigue “dejar el dinero en el bolsillo de los ciudadanos”.
La bajada del IRPF será progresiva entre los ejercicios 2019 a 2023. El primer tramo empezará su reducción ya en 2019 y alcanzará su tributación definitiva en 2020, mientras que trabajadores, pensionistas y autónomos notarán esta bajada ya desde este jueves, 11 de abril, cuando entra en vigor la medida
En cuanto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, en la práctica se elimina porque se bonifica al 99% para los grupos de parentesco I y II (cónyuges e hijos). Eso sí, la mayoría de andaluces ya no tenía que pagar el de Sucesiones, porque estaban exentas las herencias de menos de un millón de euros.
Con respecto a Donaciones, Andalucía pasará a ser de las comunidades con menos carga fiscal. Un caso práctico ilustra cómo queda ahora: si unos padres donan 10.000 euros a un hijo tenían que pagar 782,06 euros, y a partir de ahora serán sólo 7,82.
Coste de las medidas
El coste para las arcas autonómicas de acabar con el “infierno fiscal” que para el PP era Andalucía hasta la fecha será de unos 235 millones de euros en toda la legislatura. ¿Y cómo se tapará este agujero? Pues según Juan Bravo siendo más eficientes en la gestión y, sobre todo, aumentando los ingresos. Esto se conseguiría porque Andalucía pasa a ser una tierra “más atractiva para invertir”, con lo que vendrán más empresas y se creará más empleo, lo que llevará a “un aumento de la recaudación por el IRPF a medio plazo”.
La reforma fiscal incluye también retoques en los impuestos de Transmisiones Patrimoniales y de Actos Jurídicos para las familias numerosas para la compra de su vivienda habitual si no supera los 180.000 euros. Para el primer impuesto (se paga si la casa es de segunda mano) el tipo pasa del 8% al 3,5%, mientras que el segundo (para pisos nuevos) pasa del 1,5% al 0,1%. Para los empresarios que adquieren un inmueble se reduce del 2 al 1,5% el tipo de Actos Jurídicos Documentados si renuncian a la exención de IVA.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
