La Fiscalía brasileña le solicitó este lunes a la Justicia que ordene nuevamente el arresto del expresidente Michel Temer, que pasó cuatro días en la cárcel en marzo por un caso de corrupción, por considerar sin fundamentos la decisión de un tribunal de segunda instancia que lo liberó.
La Fiscalía presentó un recurso ante el Tribunal Regional Federal de la segunda región, con sede en Río de Janeiro, en el que pidió que sea revocada la decisión con la que el magistrado Ivan Athié, uno de los miembros de esa corte, ordenó la liberación de Temer.
El exgobernante fue detenido el 21 de marzo después de que un juez de primera instancia aceptara los argumentos de la Fiscalía en el sentido de que podía aprovechar la libertad para destruir posibles pruebas en un caso en que es investigado por corrupción y lavado de dinero.
Pero Athié le concedió un hábeas corpus el 25 de marzo, cuatro días después, alegando que la detención no se justifica porque los delitos por los que es acusado ocurrieron hace algunos años y el expresidente ya no tendría cómo ocultar los rastros.
Temer, que fue sucedido en la Presidencia el 1 de enero pasado por el ultraderechista Jair Bolsonaro y perdió el fuero privilegiado -por lo que ahora puede ser juzgado por cualquier juez-, enfrenta diez procesos, entre los cuales uno en que el juez ya aceptó enjuiciarlo y dos en que la Fiscalía pidió llevarlo a juicio.
El pasado jueves un juez de Brasilia aceptó una denuncia contra el ex jefe de Estado y decidió enjuiciarlo por el delito de corrupción pasiva, en un proceso relacionado a un soborno de 500.000 reales (unos 128.000 dólares) recibido por un auxiliar.
El viernes, además, la Fiscalía le solicitó a la Justicia que abra dos nuevos juicios penales contra el expresidente por los delitos de corrupción, lavado de dinero y malversación, uno de los cuales referente precisamente al proceso por el que el expresidente estuvo encarcelado.
En la petición remitida este lunes, la Fiscalía pide que el tribunal de segunda instancia restablezca las órdenes de prisión dictadas el 21 de marzo contra ocho acusados, entre los cuales Temer y el exministro Wellington Moreira Franco, un importante colaborador del expresidente y su correligionario en el partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), la formación liderada por Temer.
Entre los acusados cuyo arresto es solicitado nuevamente también destaca el coronel retirado de la Policía Militarizada Joao Baptista Lima Filho, un antiguo amigo del exmandatario y su socio desde hace al menos cuarenta años en diferentes negocios, algunos de los cuales, según la Fiscalía, usados para desviar recursos públicos.
En este caso concreto, la Fiscalía acusa a Temer de haber favorecido a la empresa Argeplan, de propiedad de Lima Filho, con contratos con la estatal Eletronuclear destinados a la construcción de la tercera planta nuclear de Brasil.
La investigación en este caso se basó en la denuncia hecha por el propietario de la empresa Engevix, José Antunes Sobrinho, que aceptó colaborar con la Justicia y delatar a sus cómplices en diferentes corruptelas a cambio de la reducción de sus condenas.
El empresario aseguró que obtuvo irregularmente un contrato de Eletronuclear, que inicialmente había sido concedido a la empresa de propiedad de Lima Filho, tras comprometerse a pagar sobornos a dirigentes del MDB.
Con su detención la semana pasada, Temer se convirtió en el segundo presidente de la historia de Brasil en pisar la prisión por un caso vinculado a la Lava Jato, que desde 2014 ha investigado y condenado a decenas de políticos y empresarios.
El otro es Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien cumple desde abril del año pasado una condena de 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero.
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