La pelea por si es posible o no una reforma exprés del Estatuto de Andalucía para eliminar los aforamientos entró este martes en una nueva dimensión cuando los socios en el Gobierno de la Junta, PP y Cs, se descolgaron con que no descartan embarcarse en ello incluso dejando al PSOE al margen. La lógica aritmética confirma que eso es posible porque la mayoría de dos tercios necesaria para ello (73 de 109 diputados) sale de la suma de PP, Cs, Adelante Andalucía y Vox, otra cuestión diferente es lo que dice la lógica política.
Para empezar, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que fue el que verbalizó esta posibilidad tras la reunión del Consejo de Gobierno, da por hecho que, sin los socialistas en la ecuación, “el resto de formaciones lo apoyarán”. Es decir, que “sí se puede abordar la reforma sin el PSOE”. La clave está en si Adelante se subiría a este barco para una operación que conlleva la celebración de un referéndum para, al final, una renovación de poco calado como es la eliminación de los aforamientos y la limitación de los mandatos de presidentes y consejeros.
Marín está convencido de que sí, y de que los tiempos se pueden acortar poco menos que a hachazos. A su juicio, una vez que el Consejo de Gobierno se ha mostrado este martes favorable a la reforma, la cuestión “podría debatirse en el próximo pleno del Parlamento”, y no sólo eso, sino que ya da por hecho que se aprobaría porque “no creo que haya ningún partido que diga que está en contra de acabar con los privilegios de la clase política”.
Rumbo a Madrid
Una vez llegados a este punto, el vicepresidente considera que Andalucía habría hecho sus deberes. La proposición de ley de reforma, entonces, enfilaría rumbo a Madrid, para que el Gobierno central dictamine si hay o no incompatibilidad con la ley que regula los aforamientos en toda España.
“No se eliminarían mañana, pero tenemos que dar este paso”, algo que además ya han hecho cinco comunidades. Sea como sea, si el Ejecutivo central aborda una reforma constitucional para dar este paso, “aunque sabemos que Pedro Sánchez no quiere eliminar los aforamientos para los corruptos”, al final habría que celebrar un referéndum aunque Andalucía no hubiese dado este paso antes. “Eso lo sabía el PSOE cuando firmó el pacto en 2015 para hacer presidenta a Susana Díaz, ¿cuatro años después todavía no lo han aprendido?”, se preguntaba Marín de forma retórica.
Los tiempos no los marca ni el Gobierno ni la Junta, están perfectamente regulados en el propio Estatuto”, apostillaba el líder andaluz de una formación, Cs, que tiene esta cuestión entre ceja y ceja. Y ello pese a que ni el propio PP está muy convencido de ir a esta velocidad, por no hablar de que estaríamos hablando de dejar fuera al principal partido de Andalucía.
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