No hubo mención alguna a las listas. Tampoco se habló de pactos, de encuestas ni de dimisiones dentro del propio partido. Ni rastro de proyectos o promesas que le comprometieran con la provincia. Pedro Sánchez visitó este lunesCádiz y habló, sobre todo, de tecnología, sostenibilidad, ciencia y transición ecológica. El presidente del Gobierno limitó su paso por la ciudad a una visita al Campus de Excelencia Internacional del mar (Cei-mar), de la Universidad de Cádiz, una cita con el Oratorio San Felipe Neri y un brevísimo encuentro con el alcalde, José María González, en el Espacio de Cultura Contemporánea (ECCO).
Hay que revelarse contra quienes dicen que hay que elegir entre ser eficientes o ser ecológicos”La agenda política de precampaña del presidente de este lunes marcaba la Universidad en Puerto Real como primera parada. Le guiaron a través de los cultivos marinos y el laboratorio, donde conversó con investigadores de Cei-mar. Con Andrés Cózar habló de microplásticos en los mares, mientras que con los catedráticos José Antonio Perales y Manuel Berrocoso lo hizo a cerca del cambio climático. Sánchez quiso agradecer el trabajo de los estudiosos en esta materia, ya que son quienes “hacen del mar una fuente de oportunidades”. A este respecto, señaló que la labor investigadora y docente “se traduce en empleo, en salud o en bienestar”.
El presidente se dirigía a miembros de la comunidad educativa, entre los que se encontraba Eduardo González Mazo, rector de la UCA, y a algunas autoridades socialistas, como el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, o la presidenta de la Diputación, Irene García. Un grupo de alumnos se amontonaba al otro lado del cristal para curiosear y ver qué pasaba en el Campus. Mientras tanto, el discurso de Sánchez seguía el mismo hilo argumental: “es importante hacer compatible el desarrollo económico con el respeto al medio ambiente”, decía.
Así, Pedro Sánchez aseguraba que la lucha contra el cambio climático tiene dos ejes fundamentales, que son "la conciencia ciudadana y el avance científico y técnico". También instó a “revelarse contra quienes dicen que hay que elegir entre ser eficientes o ser ecológicos”. Tras asegurar que “sólo seremos eficientes si abordamos con firmeza y determinación una transición ecológica justa”, manifestó que “ya no es posible la política sin la ciencia”. “Tenemos más herramientas que nunca para afrontar los desafíos que hay por delante, para seguir sacando a niños y niñas de la pobreza, para reducir la desigualdad —que es una de las asignaturas pendientes de nuestras sociedades—, para cerrar brechas sociales y de género y, cómo no, para luchar contra un desafío que afecta a todas y cada una de las áreas, como es la mitigación y la adaptación al calentamiento global del planeta y la degradación del medio ambiente y el cuidado de la biodiversidad”, aseguraba.
Finalmente, Sánchez animó a los científicos a “mantener el espíritu optimista y el tesón de los científicos para que sigan generando conocimiento e innovación”. En este sentido, aseguraba que “uno de los momentos más emocionantes de la legislatura fue el de la votación unánime en el Congreso del paquete de medidas urgentes que atendía a reclamaciones, muy justas, de los científicos e investigadores”. La intervención del presidente ante los medios duró aproximadamente diez minutos, sin dar lugar a preguntas de ningún tipo. Tal como vino se marchó rápidamente para continuar con la agenda marcada. El Oratorio de San Felipe Neri le esperaba.
Visita guiada al Oratorio
Gran despliegue policial en las inmediaciones del Oratorio para evitar la presencia de curiosos. Tan sólo la prensa pudo acceder a la plaza mientras que el presidente visitaba el templo que vio nacer a ‘La Pepa’ en 1812. Allí tuvo al historiador Francisco Javier Ramírez como guía, (número 5 en la lista del PSOE en Cádiz para las elecciones municipales), que aprovechó para regalar al presidente con un ejemplar de su libro ‘El día que nació la Constitución’. También estuvo el portavoz socialista, Fran González y el obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza. Sánchez se interesó por el valor artístico e histórico de este lugar. A su salida sonaba el himno de Andalucía de las cuerdas de un violín. Una melodía que quedaba interrumpida por cánticos de protestas. En la calle Santa Inés, detrás del cordón policial, un grupo de funcionarios de prisiones gritaba portando una pancarta en la que podía leerse “tu abandono me puede matar, los puertos en lucha”.
Última estación
En último lugar, y antes de marchar a Málaga donde continuaba su programación de precampaña, el presidente se reunió durante unos minutos con el alcalde de la ciudad, José María González, en el ECCO. Una parada breve que no dio para mucho más que los saludos pertinentes, la foto de turno y pocas palabras. Esta escueta interacción consiguió despertar las críticas tanto del alcalde como del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que coincidían en que la cita se limitaba a ser un mero acto de campaña electoral. Y es que Pedro Sánchez no visitaba Cádiz desde marzo del pasado marzo, siendo aún delegado del partido y no presidente del Gobierno.
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