En diciembre de 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. El síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra (el cromosoma es la estructura que contiene el ADN) o una parte de él. Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares, uno de los cuales determina el sexo de una persona. En este caso existen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos que existen habitualmente; por ello, este síndrome también se conoce como trisomía 21.
Las personas con síndrome de Down presentan unas características comunes que se deben a la falta o mal desarrollo de su cuerpo: la cabeza, las orejas y la boca son más pequeñas, presentan macrogloxia (lengua excesivamente grande), tienen la nariz ligeramente achatada y los ojos inclinados hacia arriba con posibles manchas blancas. Las manos y los dedos también son más cortos de lo habitual, y el tono muscular del cuerpo en general es mucho menor que el de una persona sin esta condición. Todas estas alteraciones los hacen más proclives a sufrir afecciones como malformaciones congénitas del corazón, demencia, cataratas en los ojos, obstrucciones gastrointestinales, problemas auditivos, problemas de estreñimiento, apnea del sueño o hipotiroidismo.
Lo más común es que presenten problemas de comportamiento impulsivo, dificultades en la capacidad de discernimiento, nivel de atención bajo y una capacidad de aprendizaje baja. También pueden sufrir frustración o ira generalizada al ser conscientes de las limitaciones que conlleva su condición.
Estas personas tienen un problema con el lenguaje. El grado de dificultad lingüística abarca un amplio espectro, puede ir desde una simple disminución de su vocabulario, hasta aquellos que no utilizan la expresión oral. Por regla general, tienen más afectada la expresión oral que la comprensión.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en España hay 35.000 habitantes de 6 o más años con Síndrome de Down, teniendo una prevalencia de 1 cada 700 nacimientos.
Es importante su inclusión total en la sociedad y no marginarlas ya que a pesar de las dificultades de estas personas siguen teniendo un gran potencial. Un caso de esto es el de Jesús Vidal que ganó el premio a actor revelación en la última gala de los Goya celebrada, por su gran actuación en la película Campeones. En su discurso de agradecimiento, el actor mencionó tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad, que deberían ser los pilares básicos para tratar de construir una sociedad totalmente inclusiva e igualitaria.
En los centros educativos, los alumnos/as suelen trabajar dentro del aula ordinaria y si lo necesitan, se les da un apoyo en el aula de integración. Dentro de su aula se le ayuda con el curriculum y fuera de ella se le enseña aspectos específicos: habilidades sociales, la atención, la memoria, etc. Para ello, el sistema educativo trata de proporcionar todos los medios posibles, tanto materiales como personales: material adaptado, profesorado especializado, etc.
Como nos cuenta Cecilia, la especialista en Pedagogía Terapéutica que trabaja en nuestro centro, estos alumnos deberían tener las mismas oportunidades, recibir las mismas experiencias y ser tratados igual que el resto de alumnado. Son personas que a nivel laboral pueden desarrollarse perfectamente en trabajos automatizados, siempre y cuando se les ofrezca una formación y un trabajo adecuado a sus capacidades, que son muchas.
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Alumnos del IES La Atalaya participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión por Rafael Lima y Diego Rubio alumnos de 3º ESO B.
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