El cierre de Konecta BTO tiene ya fecha para su clausura y para poner a casi 200 familias en la calle, tras no aceptar en su gran mayoría de su plantilla, el traslado a Bollullos de la Mitación (Sevilla) y Valladolid.
Una medida empresarial que siempre ha tenido el lógico rechazo de los que van a padecer la maniobra utilizada que, con un cambio de residencia o un despido encubierto, tal y como han denunciado sindicatos y partidos políticos.
Si la odisea ya por sí va a afectar a empleados, que con nóminas exiguas y peores condiciones laborales deberán ir al paro, estos mismos reconocen la pésima situación por la que están padeciendoen esta cuenta atrás. “Nos han colocado dos vigilantes de seguridad y donde vamos, nos siguen. Por acompañarnos nos siguen hasta el cuarto de baño. Denigrante”.
Denuncian que ahora hay que firmar cada vez que se entra a trabajar y cuando se acaba la jornada, algo que anteriormente no sucedía. Como el celo con el que se está mirando el trabajo que se realiza cada día.
Según apuntan, la lupa se pone en cada acción y no dudan en recurrir a los abogados de Konecta para suspender de empleo y sueldo por cada “error”, que según ellos cometen.
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