La nueva presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME), Ana Alonso, demandó mayor nivel de interlocución con la Junta de Andalucía y con los principales agentes sociales y económicos, incluidas las cajas de ahorros andaluzas y entidades financieras, por lo que estudiará pedir formar parte del Acuerdo de Concertación con voz propia, "aunque ya nos sintamos representadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA)", con el objetivo de "dar una visión de género en todos y cada uno de los foros de debate económico".
En una entrevista con Europa Press, Alonso, que tomó posesión el pasado lunes tras una asamblea electoral de la FAME donde concurrió como única candidata a la presidencia, explicó que ha remitido ya cartas a todas las consejerías de la Junta de Andalucía, a la propia CEA y a las entidades financieras para mantener contactos con todos sus representantes.
La presidenta de las mujeres empresarias andaluzas consideró que "en la medida en que accedemos a los centros de toma de decisiones y de poder estoy convencida de que podremos influir en cambiar la situación y en esa toma de decisiones, además de poder acceder a recursos estratégicos".
Precisó que la situación actual "se visualiza en la foto actual de los principales dirigentes económicos y políticos, todos hombres, y ahí nosotras podemos aportar y queremos estar en los sitios de toma de decisiones políticas de nuestra tierra, eso es algo legítimo".
Se mostró partidaria de llevar a cabo ese acceso a los centros de poder "de forma prudente" y con una actitud de "alianza, diálogo y mano tendida", por lo que se debe establecer un calendario de trabajo, con reuniones y mesas de trabajo con los diversos agentes implicados, incluidas las propias presidentas provinciales de las asociaciones provinciales, además de la ronda de conversaciones con la Junta y la CEA "para intercambiar opiniones en ese sentido".
Tras abogar por "más equilibrio que paridad", Alonso insistió en la necesidad de que las mujeres empresarias "tengan presencia en los órganos de decisión, pues nos gustaría gestionar la crisis junto a los empresarios", reclamó "mayor capacidad de interlocución, mayor presencia en las confederaciones territoriales y lograr que nuestra voz fuera una voz autorizada".
Precisó que las empresas lideradas por mujeres tienen una serie de especifidades de género, al ser en su mayor parte pequeñas y medianas empresas, pertenecientes en gran parte al sector servicios, de forma que "al ser pequeñas empresas, casi siempre quedan fuera de las ayudas por la crisis", por lo que "se debería poner sobre la mesa un criterio de género a la hora de arbitrar medidas y ayudas para paliar los efectos de la situación actual".
En ese sentido, reconoció que "nos gustaría estar en esa interlocución, en los órganos de concertación y gestionar la crisis en primera línea", y aunque apuntó que pertenece a la CEA "y nos sentimos representadas por la Confederación en la Concertación", consideró que "si llevamos la representatividad al extremo debemos posicionar la visión de género en cada uno de los foros de debate", por lo que estudiarán estar presentes en la Concertación Social.
Reconoció que al igual que pasa con el resto de empresas, las sociedades gestionadas por mujeres "también sufrimos las trabas ante la falta de agilidad en los trámites burocráticos", por lo que demandó un "escenario futuro suficientemente atractivo para invertir y no sea un tormento la espera de una respuesta sobre los trámites y la exigencia de requisitos obsoletos".
"Esfuerzo doble"
Para Alonso, "cuando se plantean ayudas no se tiene en cuenta la visión de las mujeres empresarias como tejido productivo y motor de desarrollo económico, cuando se deben tener en cuenta las especifidades y particularidades de estas empresas, que después se encuentran con dificultades específicas en el mercado".
En ese sentido, apuntó que las empresas gestionadas por mujeres "son igual de competitivas que las gestionadas por hombres, creamos riqueza y empleo, pero a un precio alto, logramos ser competitivas con mucho más esfuerzo que el que efectúan los hombres".
Aludió en esa misma línea a la actitud de las entidades financieras "que son muy conservadoras con los proyectos de mujeres", e incluso "conceden menos créditos a proyectos presentados por mujeres que los presentados por hombres", debido a que "aún existen muchos prejuicios que nos sitúan a las mujeres donde no queremos estar".
"Los bancos y cajas nos prestan menos atención e incluso las entrevistas de negocio con las mujeres son distintas", se lamentó Alonso, quien animó a las entidades financieras a "hacer un estudio cuantitativo y cualitativo sobre cuáles son los créditos y los productos financieros que conceden a hombres y a mujeres, pues no se mira igual a un proyecto presentado por mujeres".
La empresaria gaditana Ana Alonso Lorente fue elegida presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME), durante la celebración de la asamblea extraordinaria de carácter electoral, tras lo apuntó que entre los retos que se plantean será "el diseño de estrategias que favorezcan la representación institucional de la Federación para que las empresarias asuman un papel más activo en la esfera pública, ante los poderes públicos, instituciones económicas y ante la opinión pública en general".
La Federación aglutina a 2.019 mujeres empresarias, de las que 252 corresponden a Almería; 286 a Cádiz; 235 en Granada; 167 a empresarias de Huelva; 374 a empresarias de Jaén; 263 a empresas malagueñas y 442 a empresarias sevillanas.
Existen 1.656 empresas de titularidad femenina, lideradas por mujeres, de las que 207 están en Almería; 234 en Cádiz; 193 en Granada; 137 en Huelva; 307 en Jaén; 216 en Málaga; y 362 en Sevilla.
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