Hace tres años ya publicamos la noticia sobre Palmas Altas para la Ciudad de la Justicia, y los argumentos dados ahora por el viceconsejero del ramo en la Junta coinciden con nuestra información. En este tiempo se ha trabajado en silencio en dejar lista la operación, que creemos beneficiosa para todos, empezando por que no se trata de meros dibujos como hasta ahora, sino de un moderno complejo plenamente operativo y al que sólo habría que hacerle una lógica adaptación a sus nuevos usos. La reacción contraria del “lobby” judicial, aferrado a sus costumbres en el Prado, debía darse por, como se dice en el argot bursátil, descontada, pero esta vez ha alcanzado nuevas cotas.
La decana de los procuradores ha calificado Palmas Altas como un sitio “donde Cristo perdió el mechero”. Nos parece un menosprecio para las decenas, por no decir centenares, de miles de sevillanos que viven en el mismo radio respecto del Centro que los de Bermejales y más allá, como Bellavista. Por eso, ha de ser convertido en el argumento definitivo en favor del campus de Abengoa. Ya está bien que sólo se piense en los barrios para mezquitas, depuradoras, cementerios de coches y todo lo que no cabe en o no quieren en el Centro. La mejor forma de hacer justicia a los barrios es instalar la Ciudad de la Justicia en Palmas Altas, porque “donde Cristo perdió el mechero” también es Sevilla y no sólo el Prado de San Sebastián.
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