El ciudadano tiene derecho a la información, a la intimidad, a una educación de calidad, a ser atendido en un hospital, a una vivienda... y a tener agua. La sociedad ya percibe el gesto de abrir el grifo todos los días como un derecho conquistado después de décadas de inversiones públicas y desarrollo económico y social. Ahora es el momento de sumar a esa garantía de abastecimiento, el hacerlo con respeto al medio ambiente, con sostenibilidad.
Emasesa celebró ayer en su sede de Escuelas Pías el Primer encuentro de mesas asesoras del Observatorio del agua, iniciativa pionera en España puesta en marcha en noviembre de 2017. Un año después, el encuentro de ayer sirvió para poner en común el trabajo realizado en el último año. Un trabajo encaminado a promover un sistema de gestión en el que la sociedad ocupe un papel principal. “Con el observatorio, Emasesa ha hecho un ejercicio inédito de transparencia y de apuesta por la gobernanza participativa”, afirmó el consejero delegado de la empresa, Jaime Palop.
El observatorio, continuó Palop, es el instrumento con el que Emasesa quiere “integrar a la sociedad en la toma de decisiones del día a día”. Una gestión que la empresa pública del agua del área metropolitana de Sevilla quiere reformar con un debate “sosegado y tranquilo”. “La sociedad nos pide que luchemos contra el cambio climático, que sostengamos el medio ambiente pero sin subir las tarifas”, sentenció Palop. En relación a esto último, el consejero delegado de Emasesa lanzó una pregunta al auditorio: “¿Qué sacrificios están dispuestos a asumir los usuarios?, porque “las tarifas -dos euros el metro cúbico- ofrecen dudas sobre la prestación del servicio a largo plazo”.
Ya en el turno de las ponencias, la asesora del secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la transición ecológica, Josefina Maestu, señaló que, al no ser el agua “un bien comercial como cualquier otro”, se hace necesario abordar asuntos tales como la fiscalidad y la financiación de este recurso, la relación con los usuarios, “cada vez más empoderados”, y el régimen de concesión, que se tendrá que adaptar a realidades como el cambio climático. Estas son precisamente las líneas de trabajo del Libro verde de la gobernanza del agua en el que está trabajando ya el ministerio.
La clausura del Primer encuentro de mesas asesoras del Observatorio del agua de Emasesa corrió a cargo de la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales. Carmen Castreño destacó la “innovación social” que ha supuesto esta iniciativa, porque “no se puede gobernar sin escuchar a los ciudadanos”. “Emasesa es un orgullo. Estamos hablando de la segunda mejor empresa pública del país”, subrayó Castreño, que puso el broche final al encuentro destacando el “esfuerzo inversor” realizado por la empresa. En las cuatro mesas de trabajo del Observatorio han estado representadas 28 organizaciones y han participado 56 personas de entidades relacionadas con los consumidores, los empresarios, los vecinos, las universidades, así como entidades de evaluación de las políticas públicas.
“Crecer, claro que sí, pero de manera sostenible”
El modelo de crecimiento económico de las últimas décadas se ha sustentado en el incremento exponencial de las macro cifras. Este progreso ha sido a costa, en no pocas ocasiones, del respecto al medio ambiente. El reto ahora es conseguir que ese crecimiento se fundamente en un desarrollo sostenible. Así lo expresó el director de la oficina del Alto Comisionado para la Agenda 2030 del Gobierno de España. Federico Buyolo abogó en el encuentro de Emasesa por “integrar el desarrollo sostenible en todas las dimensiones de la sociedad”. “Tenemos que ser capaces, continuó Buyolo, de seguir impulsando la transformación de la sociedad con la garantía de que nadie se quedará atrás. Una transformación abordada entre todos y con una visión ética, porque no todo vale ni cualquier modelo de crecimiento es válido”. Para el director de la oficina del Alto Comisionado para la Agenda 2030, hoy “sabemos lo que tenemos que hacer” para asegurarnos de que el desarrollo y el progreso son acordes con la sostenibilidad del planeta. Pero también sabemos, apostilló, que lo que tenemos que hacer lo debemos acometer contando con el mayor grado de consenso. De lo contrario, “ya sabemos lo que ocurre. Miremos a Macron en Francia con los chalecos amarillos”.
APUNTES
Abastecimiento al 18% de la población
La empresa de agua Emasesa es una de las compañías públicas más importantes del país, entre otros motivos, por el volumen de personas a las que sirve. Emasesa abastece de agua y de redes de saneamiento a un 18% de la población andaluza. “Ofrecemos un servicio de calidad por dos euros el metro cúbico”, afirmó el consejero delegado de la empresa. Palop hizo, además, una reflexión sobre el efecto de las redes sociales, que en materias como los precios de los servicios públicos, rápidamente contribuyen a “amplificar el debate”. Jaime Palop, no obstante, se mostró partidario de seguir impulsando la “reflexión colectiva”, convencido de que así es la única manera de contar con “proyectos más maduros”.
El efecto de las smart cities
Los retos que hay encima de la mesa sobre el uso, acceso y conservación del agua son muchos y uno de ellos está directamente relacionado con el impacto de las smart cities en el entorno. “Son el nuevo marco conceptual” al que se tiene que dar respuesta, señaló Josefina Maestu, del Ministerio de transición ecológica, para la que “el cuidado del medioambiente no es una opción”. “Se están abriendo muchos melones, uno de ellos la necesidad de una normalización tarifaria”, afirmó la asesora del secretario de Estado de Medio Ambiente en su ponencia en Emasesa.
Ni usuarios ni clientes
Josefina Maestu, asesora del Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de transición ecológica, dejó clara en su exposición sobre el Libro verde de la gobernanza del agua que ya “no estamos ni ante usuarios ni clientes. Son portadores del derecho al agua y esto cambia radicalmente la relación con ellos”. Eso sí, derecho a recibir agua para cuestiones esenciales, no para “lujos” como piscinas o campos de golf, recalcó.
112 litros por habitante al día
La primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, Carmen Castreño, cifró el consumo medio por habitante y día en el área metropolitana de Sevilla en 112 litros. Un consumo “moderado y sin desperdiciar” que se ha conseguido gracias al esfuerzo inversor de Emasesa que, además, cuando una familia no puede hacer frente al pago de las facturas, “no corta el suministro a nadie”.
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