Lucirse. Días para lucir palmito por los madriles. Arde el taxi en huelga y Podemos, en tiempo de rebajas, se autoinmola. En el principio fue el verbo reflexivo. Fitur 2019 fue este año un escenario pintiparado para observar de cerca, en el pabellón 5 de IFEMA, el cambio en Andalucía. Susana Díaz y Pablo Casado, el mediodía del jueves, coincidían, a prudencial distancia, en el stand de Jaén. Aventando e improvisando, Paco Reyes atendía a la compañera caída en tanto el diputado Fdez. Palomino se ocupaba protocolariamente del líder nacional del PP. Reyes, multiplicándose como anfitrión, compartió cata de aove jienense con el presidente Moreno Bonilla. “Prueba tú, que no amarga tanto”. No hay plan de cordial cohabitación institucional en Jaén que por una ITI para la provincia no se dé por bien empleado. Pero, en la cosmovisión totalizadora del actual PP-A, Jaén pesa poco. Jaén no tiene consejeros porque en Cs todavía el influjo jienense es escaso, y en el PP, que es a lo que iba, la división generada en el congreso provincial de 2017 cortocircuitó el poder de interlocución/comunicación con la dirección regional. Por eso Moreno Bonilla, ahora que manda de veras, no tiene prisas en resolver el futuro de un PP de Jaén modosito y descabezado. Llegado el momento, cercano, se otorgará trascendencia a la figura del primer/a delegado/a del gobierno de Juanma en la provincia, predestinada a tejer la nueva estructura de poder en Jaén. En el consejo del Gobierno del sábado, en Antequera, se nombraron viceconsejeros y, en la pedrea, cayó uno en Jaén, Lina García, parlamentaria saliente, nueva número dos de la consejería de Salud y Familias. Sonó de delegada y terminó quedándose en Sevilla. Allí, convencido de que ese es su destino, el otro ex parlamentario bonillista (por arenista) en expectativa de destino, José Antonio Miranda, tendrá que conformarse con una dirección general (de Presupuestos, seguramente), a lo sumo.
Para dirigir el cotarro, pues, desde el ala este de la delegación en Jaén del Gobierno andaluz, sigue sonando Maribel Lozano, aunque el jefe –en principio-pretendía que continuara en la capital hispalense. Por ello, surgen espontáneas otras alternativas de dirigentes que tomaron partido por Juanma en Jaén cuando la oficialidad demoyista marcaba el paso cambiado con respecto a las directrices de San Fernando. Mar Dávila o Jesús Estrella, pongamos por caso. El naranja ciudadano se impondrá en el despacho central del ala oeste de la delegación del Gobierno andaluz en Jaén, bisbisean, con Raquel Morales al frente, para que construya su popularidad haciendo ruta en nombre del vicepresidente Juan Marín. Linares lo resume todo. Un diputado provincial anda en juego. El esfuerzo desplegado por el PP en Linares en el transcurso de la campaña de las autonómicas no se tradujo en los resultados esperados, lo que se endosa internamente en el debe de otra candidata inasequible al desaliento, Ángeles Isac. Ella, a lo suyo, extrae del lema fundacional de la antigua ciudad de las minas el eslogan con que se jugará el ser o la nada el 26 de mayo: Nunc Coepi Haec Mutatio Dexterae Excelsi" (Ahora comienza mi mutación a la derecha del Excelso). El alcalde, otrora excelso a pesar de todo, incluso de él mismo, Juan Fernández, concurriría bajo el paraguas de una agrupación de electores denominada ‘Linares es lo que importa’. Ángeles Férriz, flamante portavoz del Psoe andaluz, en sustitución de un Juan Cornejo para el que el papel de defensa central del proyecto susanista desde San Vicente ha supuesto un desgaste personal tremendo. Con todo, Mariquilla, María, Ángeles, o simplemente, la Férriz, ya ejercía de facto de portavoz adjunta, y con este ascenso se garantiza un excelente foco mediático para seguir aspirando a todo en Jaén.
Rectorado. Elecciones en la UJA a la vuelta de la esquina. No se divisan alternativas al rector Juan Gómez Ortega, quien aspira a un segundo y último mandato. Mirando el reciente ejemplo de la reelección de José Carlos Gómez Villamandos en la Universidad de Córdoba, récord de participación en 2014, apenas el 13,56 por ciento este pasado mes de mayo, la reválida del rector Gómez Ortega pasa por evitar la desmovilización, un respaldo pírrico que le sonroje el día de las votaciones. ¿Su oposición visible? Su antiguo amigo, ex vicerrector, Jorge Delgado, el más feroz fiscalizador de su gestión en redes sociales. Cuqui, al que acaban de tumbarle en tribunales otra vez el controvertido ‘No- PGOU’ de los Olivencia y los Castillo, comparte con Julio Millán el miedo al veneno que inoculará la incertidumbre laboral (no son funcionarios) tras el 26M. Quien gane por un voto será alcalde. Y al perdedor, en casa, esa misma noche, le empezarán a labrar la cruz de su ataúd.
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