Comienza la cuenta atrás para que se desarrolle el concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino, que ya tiene su fecha el día 15 de febrero marcado en el calendario de todos cuantos conforman esta fiesta. En este mes las agrupaciones participantes están ultimando los detalles para lucir sus mejores galas en forma de letras, músicas y disfraces, que deberán exponer a juicio del respetable, así como del exigente jurado, que aún está por conformar.
El concurso Colombino no está pasando por su mejor momento en cuanto a participación se refiere. Cabe recordar que el pasado año tan sólo 42 agrupaciones pasaron por las tablas del Gran Teatro de Huelva, templo de las coplas de los seguidores de esta fiesta, siendo el año con menor participación desde que se configurara como un concurso abierto.
Para este nuevo certamen de coplas, la Federación Onubense de Peñas y Asociaciones carnavaleras (FOPAC) está asumiendo un reto controvertido para fomentar este concurso más allá de nuestras fronteras, planificando estrategias que logren captar la atención de las cientos de comparsas, chirigotas, cuartetos y coros existentes en toda Andalucía, maximizando los recursos y utilizando las redes sociales como instrumento para vender un producto que, a pesar de los más de 30 años de vida, aún está por descubrir.
Al margen de la baja afluencia de agrupaciones que podrían llegar fuera de nuestras fronteras, en Huelva, más concretamente, en la capital, el ambiente que se respira entre los carnavaleros integrantes de las distintas agrupaciones es muy motivador.
En Viva Huelva, como cada año, estamos realizando la gira por los distintos cuartos de ensayos, observando sensaciones diferentes a otros febreros, garante de un futuro concurso muy prometedor, dadas las ganas y el entusiasmo que nos están transmitiendo, y que iremos comentando a lo largo de este periodo, hasta el comienzo del concurso. Hasta la fecha, la Huelva carnavalera podría romper con su tónica apática que estábamos viviendo en los últimos años, despertando las musas que dormitaban en este febrero loco, logrando consolidar a unas 15 agrupaciones tan sólo de la capital, hecho que da una lectura positiva, sacando a esta fiesta del letargo en el que se encontraba.
“El carnaval de Huelva volverá con más ganas, y en los próximos años iremos observando los cambios”, nos comentaba Raúl Barneto hace unos días en uno de los ensayos de su nueva comparsa. Manu Suero, uno responsable de la chirigota del Nuevo Molino, afirmaba entusiasmado en la visita que hicimos a su cuarto de ensayo: “Los carnavaleros están motivados y con ganas de recuperar el nivel que esta fiesta se merece”. Así lo estamos viviendo, y al margen del duro trabajo que realizan cada noche, siempre hay momentos para el buen humor, el buen ambiente y la convivencia, que minimizan el impacto que ocasiona los horarios tan poco apropiados y la rutina repetitiva a las que están sometidos.
Trabajo de años atrás
Ángel Atienza, otro de los responsables de una de las chirigotas de Huelva, valoraba el esfuerzo de los carnavaleros: “Los que llevamos muchos años encima de las tablas, no vamos a permitir que esta fiesta pierda su esencia, hemos apostado media vida por ello”. Y así, podríamos seguir transmitiendo el sentir de aquellos que día a día le dan vida a las distintas agrupaciones y por ende, al concurso Colombino, a veces, poco valorados y, en cierta medida, olvidados, siendo realmente los protagonistas de esta fiesta que dada la excelente salud de los que la componen, le auguramos un comienzo de etapa más que aceptable.
Otro tema a destacar es el carnaval de calle, una asignatura pendiente con pocas opciones para conquistar a esta ciudad, sobre todo, por la falta de capacidad de aquellos que deben asumir dicha responsabilidad; voluntarios con muchas ganas pero sin esa profesionalidad que se debe tener para llevar una organización y planificación de forma práctica y con estrategias bien cuidadas adaptadas a la realidad por la que esta fiesta pasa.
Esto es algo que llevamos viviendo desde hace muchos años, y que dichas negligencias, más que contribuir, están perjudicando un carnaval de calle, que cada año pierde entusiasmo e interés, no sólo por los onubenses en general, también por los propios implicados que demandan que sea el propio Ayuntamiento el que asuma y tome las riendas, marcando serias propuestas desde una perspectiva profesional. En general, esta nueva generación que vive el carnaval desde una perspectiva de implicación podría ser el futuro que Huelva necesita y llevar esta fiesta hasta el lugar que le corresponde, algo que hasta el momento, los más veteranos no hemos sabido hacer. Feliz carnaval a todos.
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