Los andaluces le pedimos a los reyes, que son magos, un gobierno nuevo en Andalucía. Pero no contamos con que hemos debido ser malos, si no que se lo pregunten a Susana Díaz, y en vez de un gobierno diferente nos han quitado la autonomía. El gozo en un pozo de Juanma Moreno, que se veía por fin presidente y se encuentra bailando con los hilos que le ha enganchado Casado: “Cata catapun, catapun candela, arsap’arriba polichinela”. Moreno tragándose el sapo de la violencia doméstica, este pobre señor no iba por esas lides y anda como las taquígrafas siguiendo con comas y puntos lo que le dicen desde Madrid. Desde Madrid controlan también a Juan Marín. Los nombres en los sobres debían estar equivocados, no votábamos a Juanma Moreno, ni a Juan Marín, sino a Pablo Casado y Albert Rivera. Si los reyes fueran magos de verdad les hubiera traído a los andaluces a Inés Arrimadas como presidenta que era lo que querían los que metieron en la urna la papeleta con el nombre de Juan Marín. Pero no ha habido magia que valga, ahora carbón bastante, hasta doce, todos incandescentes de ultraderecha.
Y es que la magia está muy difícil, las sorpresas sobrevaloradas. Las colas del siete de enero en los almacenes son para las devoluciones no para adquisiciones. La política no te permite cambiar si te has equivocado hasta dentro de cuatro años. Hay a quienes se le hacen cortos y dicen que votamos un día sí y otro también, pero es que el franquismo social persiste como las peinetas en Semana Santa.
Todavía está lejos la fumata blanca. Ciudadanos ha filtrado su acuerdo de reparto de carteras para que todos sepan que no está condicionado por los malditos imprescindibles a los que los únicos que le tienden la mano son los del Partido Popular. Casado los viene a considerar hermanos escorados de su misma tendencia, un juego tan peligroso como los cohetes, o te hacen despegar o acabas estrellado.
La esperanza de los seguidores de la patrona de los imposibles es que este grupito de lengua tan larga y recorrido tan corto haga que no se pueda llegar a un acuerdo de investidura para Juanma Moreno y tengamos que volver a votar. De momento, con sus discursos, se han puesto en contra de la mitad de la población, las mujeres, que ya tenemos calendario de movilizaciones ante tanta sed reaccionaria de resucitar a Pilar Franco. Pero ya sabrá el PP qué hace con este envite, esperándolo estamos.
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