El director de la Fundación Cajasur, Ángel Cañadilla, ha subrayado que, en el ámbito de la intervención social, el llamado "tercer sector debe ser profesional" e innovar, buscando fórmulas de actuación "diferentes" para lograr "soluciones" a problemas muchas veces complejos, porque ya "no basta con ser buenos, sino que hay que ser cada vez más eficientes", para así "tener impacto social".
Cañadilla ha llegado a esta conclusión tras hacer balance de la actividad de la Fundación Cajasur durante el año que concluye, en el que, con un presupuesto de 5,8 millones de euros, ha promovido y apoyado "620 proyectos", en las áreas educativa, cultural, patrimonial y social, con especial incidencia en las provincias de Córdoba y Jaén, pero también en las de Málaga, Granada, Sevilla y Huelva.
En su opinión, "el año 2018 solo puede calificarse como positivo", pues "se han cumplido los objetivos marcados", como lo evidencia que "se ha ejecutado y comprometido todo el presupuesto", gracias a que la Fundación "mantiene una velocidad de crucero", trabajando "ajustada y muy orientada a su entorno" con instituciones, organizaciones, entidades, asociaciones y todo tipo de colectivos de su ámbito territorial, Andalucía.
De este modo, "violencia de género, inclusión, discapacidad o marginalidad social", entre otros muchos campos de actuación en el terreno de la intervención social, han sido los escenarios en los que se ha movido la Fundación Cajasur, ya sea de forma directa o apoyando a terceros, los cuales, por ejemplo y en el ámbito del tercer sector, han encontrado un espacio para su desarrollo en el Córdoba Social Lab.
En este espacio se trabaja ahora "en la línea de maduración del tercer sector, de su profesionalización, y también para entrenarlo en la medición del impacto social" que logra, para así poder determinar "si cualquier organización responde a sus fines y está generando cambio social", de modo que se analiza, no solo la intervención social, sino si ésta va más allá de acciones paliativas y supone, por ejemplo, una vía de solución en la lucha contra la marginalidad sociolaboral.
Es decir, "no basta con ser buenos, sino que hace falta formación, recursos y estar en las fronteras" de la innovación social, para ser cada vez más eficientes, de ahí que la medición del impacto social de las actuaciones del tercer sector sean necesarias, aunque no sea fácil llevarlas a cabo. De hecho, la Fundación Cajasur lleva "dos años trabajando con la Universidad Loyola Andalucía" en este ámbito, "abriendo caminos".
INTERVENCIÓN EN LAS PALMERAS
En este contexto se inscribe "el proyecto integral que se lleva a cabo en el barrio de Las Palmeras", por los propios vecinos y colectivos del mismo, al que se han sumado la Fundación CajaSur y la Universidad Loyola Andalucía, dando "los primeros pasos para aglutinar una iniciativa y que a las instituciones les sea más fácil" intervenir, razón por la que ya han realizado "un diagnóstico del barrio".
Ese diagnóstico, elaborado por Cajasur y Loyola, "se está entregando al propio barrio, donde vive una población muy segmentada y difícil de penetrar, pero se ha logrado llegar a 2.500 vecinos" de Las Palmeras, los cuales han respondido a las cuestiones que les plantearon "los entrevistadores, que también son del barrio", y que han llevado a cabo las encuestas que han servido para elaborar el diagnóstico, después de haber recibido una formación específica y especializada para ello.
Ahora son los propios encuestadores los que están "comunicando a las 500 familias (2.500 personas) que han participado" en esta iniciativa "las conclusiones" extraídas, al objeto de que sepan "para qué ha servido la información que han suministrado y qué es lo que, en consecuencia, se está planteando", siendo evidente que esta iniciativa "va a consumir muchos recursos durante mucho tiempo", pero, según ha subrayado Cañadilla, "no hay que desfallecer", pues requiere "actuar de una forma ordenada" y constante.
De ahí también la importancia del papel que en este proyecto están teniendo "Adsam, Estrella Azahara y la hermandad y el club deportivo del barrio", trabajando "de forma coordinada en pos de este proyecto" para Las Palmeras, mientras que la Fundación Cajasur y la Universidad Loyola Andalucía extraen del barrio información y se la entregan para que, así, "vayan tomando conciencia de sus capacidades".
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