El Real Betis despidió el sábado su calendario de competición de 2018 y lo hizo en su mejor momento de la temporada, pese a que no pudiera brindarle a la afición en el Benito Villamarín ante el Eibar (1-1) el que hubiera sido el cuarto triunfo consecutivo en LaLiga Santander.
Los béticos, merced al empate frente a los armeros, suman 26 puntos que le valen para irse de vacaciones en la sexta posición de la tabla, una de las que da derecho a participar en competiciones continentales, objetivo marcado para el curso.
Ademas, pasó con suficiencia su primera ronda de la Copa del Rey ante el Racing de Santander y ahora le espera en octavos la Real Sociedad, mientras que en la Liga Europa se emparejó en dieciseisavos con el Rennes francés después de ser primero en la fase de grupos con rivales como el AC Milan italiano o el Olympiacos griego.
El equipo que entrena Quique Setién, entre las tres competiciones, lleva siete partidos sin perder, con cinco victorias y dos empates.
En comparación con la pasada temporada, la primera del técnico cántabro como bético, por estas fechas el equipo llevaba ocho puntos menos y estaba situado decimocuarto en la clasificación.
Por ello, Setién destacó tras el partido ante el Eibar que estaba "contento" porque llevan "una racha de dos meses buena, con chispa y con los jugadores en un rendimiento cercano a su nivel".
El santanderino subrayó que "ahora la clasificación es anecdótica" pero que pueden "afrontar el futuro con ilusión y esperanza de estar en las posiciones altas".
La plantilla verdiblanca reanudará los entrenamientos el próximo domingo, 30 de diciembre, en una sesión vespertina en la ciudad deportiva bética.
Setién tendrá que ver entonces la evolución de los tres jugadores que actualmente están de baja por lesión, el último de ellos el central brasileño Sidnei da Silva, quien tuvo que ser sustituido al cuarto de hora del partido del sábado por una luxación de hombro que le tendrá "varias semanas inmovilizado", según informó el propio Setién.
Sidnei se une a las bajas del centrocampista mexicano Andrés Guardado y del lateral dominicano Júnior Firpo, quienes esperan no perderse demasiados partidos en el comienzo de 2019.
El mexicano se recupera de una rotura en el isquiotibial izquierdo y podría estar listo para el primero de los partidos del Betis tras el parón, el 5 de enero ante el Huesca en estadio El Alcoraz, de la decimoctava jornada de liga.
El hispanodominicano, por su parte, se lesionó la pasada semana en el partido del campo del Espanyol con una rotura en el recto del muslo derecho que le tendrá ausente en la cita de Huesca y en la de la Copa del Rey del 10 de enero en el Villamarín ante la Real Sociedad.
Junior podría apurar para llegar el 13 de ese mes ante el Real Madrid, también en el Villamarín, en función del plazo de cuatro semanas de recuperación dado por los servicios médicos del club.
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