Gonzalo Poley vivirá un partido muy especial este sábado, a partir de las 12.00 horas, en El Palmar. El centrocampista del Villanovense es natural de Sanlúcar de Barrameda y se enfrentará por primera vez al Atlético Sanluqueño, club al que perteneció desde que tenía 5 hasta los 14 años. Pero se ve obligado a dejar el sentimentalismo a un lado aunque le desea lo mejor al club de la Ciudad de la Manzanilla tras este encuentro: “Firmo con los ojos cerrados que el Villanovense y el Atlético Sanluqueño logren la permanencia. Para mí es un partido especial. Me enfrento por primera vez al que fuera mi equipo porque ya fuera por lesión o por sanción nunca lo hice”.
Es sincero cuando admite que “el cosquilleo en el estómago lo tendré y más porque mi familia irá a ver el partido. Yo era pitufo y ya jugaba en el Atlético Sanluqueño y tras ser cadete de segundo año el Real Madrid me dio la oportunidad de seguir creciendo”.
Hace constar que “espero un buen recibimiento de la afición del Atlético Sanluqueño. Lo di todo en este club y tengo amigos en la plantilla, en el cuerpo técnico y en la afición. Yo he crecido en este club”.
Añade que “cuando empiece el partido lo daré todo porque quiero lo mejor para el Villanovense. Haré todo lo posible por marcar pero no lo celebraría por respeto a una gran afición”.
De su estancia en el Villanovense deja claro que “me encuentro muy a gusto en este club, que es humilde. Representamos a un pueblo pequeño que está con nosotros”.
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