Un total de 356 personas han muerto por ahogamiento en espacios acuáticos en España entre los meses de enero y noviembre, 99 menos que en el mismo período que en 2017, cuando había contabilizados 455 ahogados, lo que supone una disminución del 21,8 %.
Pese al repunte dado en octubre -con 35 personas ahogadas- debido a la prolongación del buen tiempo, en noviembre catorce personas han perdido la vida en espacios acuáticos, según datos del Informe Nacional de Ahogamientos que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Unas cifras que confirman que la disminución del número de fallecidos en el conjunto del año puede atribuirse a que las adversas condiciones meteorológicas en los primeros meses de 2018 hicieron que el comienzo del uso de los espacios acuáticos se retrasase, indica el informe.
Andalucía se mantiene desde agosto como el territorio con más fallecimientos -hasta entonces había sido Canarias-, pese a que en noviembre ha habido un único fallecimiento, lo que eleva la pérdida de vidas en el conjunto del año en esa comunidad a 51.
Por detrás se sitúa Canarias, con 49, Galicia con 44, Cataluña e Islas Baleares con 41 cada una, Comunidad Valenciana con 36, Castilla y León y País Vasco con 14 cada una, Murcia con 12 y Asturias con 11.
Le siguen Aragón con 9, Cantabria, Castilla-La Mancha y Madrid con 8 cada una, Navarra con 4, Extremadura y Ceuta con 2 cada una y La Rioja y Melilla con un ahogado en cada comunidad.
El perfil de la persona ahogada es un hombre, en un 76 % de los casos, de nacionalidad española (75 %), que fallece en una playa (45 %) o en cualquier caso en un espacio sin vigilancia (82 %) entre las diez de la mañana y las seis de la tarde (59,7 por ciento) y con 65 o más años (40,7 %).
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