El acuerdo plenario adoptado por el Ayuntamiento de Sevilla el pasado mes de junio aprobando definitivamente el nuevo plan especial de reforma interior (PERI) de los terrenos de la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, enclavada en la avenida de Miraflores y cuyos espacios protegidos serán destinados a uso público mientras el resto de la parcela acogerá viviendas privadas, ha sido objeto de un recurso por la vía Contencioso Administrativa, según figura en un documento oficial recogido por Europa Press.
En concreto, los promotores del citado recurso serían cuatro hermanos y su impugnación está ya siendo tramitada por la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), toda vez que el documento definitivo del nuevo PERI promovido para este emblemático recinto fabril de la Macarena fue aprobado el pasado 29 de junio, con el voto favorable del PSOE, PP y Cs y la abstención de Participa e IU.
Este litigio nace después de que el mencionado nuevo PERI y el convenio firmado entre el Ayuntamiento y la junta de compensación conformada por los dueños de la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, entre los que destaca la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), despejase definitivamente el futuro de esta parcela de la avenida de Miraflores.
LA FÁBRICA DE VIDRIOS. MUCHOS AÑOS DE HISTORIA
Y es que fue en 2001 cuando la Consejería de Cultura acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz varios elementos de este antiguo y simbólico conjunto fabril de la avenida de Miraflores, al tratarse de uno de los escasos ejemplos que ha pervivido de la arquitectura de la gran industria y de la primera expansión industrial de Sevilla.
Por eso, la declaración de bien de interés cultural aprobada en aquellos tiempos protege la nave central, los hornos y la chimenea de la planta como lugar de interés etnológico. No obstante, la Consejería incoó hace años otro expediente para catalogar también las naves dos y tres del recinto y unificar los activos protegidos en una única tipología: la de "lugar de interés industrial".
La idea, según la negociación promovida años atrás con los propietarios de los terrenos, era ya ceder al patrimonio público los espacios protegidos a cuenta de sus restricciones en materia urbanística, para desarrollar urbanísticamente el resto de la parcela.
Pero los plazos del proyecto y la quiebra de la sociedad que poseía la mayor parte de los suelos agudizaron durante años el abandono y ruina del conjunto fabril, que fue objeto de diversas ocupaciones ilegales y episodios de expolio. Finalmente, el destino del enclave fue reconducido gracias al mencionado convenio entre el Ayuntamiento y la junta de compensación constituida para el desarrollo de los suelos, encabezada por la Sareb.
En cuanto al documento impugnado en el citado litigio, la reforma del PERI de estos terrenos promovida durante el anterior mandato, según la documentación recogida por Europa Press, ampliaba ya las restricciones e instrumentos de protección a las naves auxiliares del conjunto, el muro de cerramiento y el patio de operación del recinto.
Fruto del nuevo PERI aprobado definitivamente el pasado mes de junio y el mencionado convenio con la junta de compensación, en cualquier caso, el Ayuntamiento recibirá 1.400 metros cuadrados de edificios del recinto con valor patrimonial, es decir los espacios protegidos, además de unos 14.000 metros cuadrados destinados a zonas verdes, mientras los propietarios privados de la parcela contarán con unos 27.000 metros cuadrados que admitan la construcción de más de 200 nuevas viviendas de renta libre.
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