El Ayuntamiento de Málaga, a través de las Áreas de Participación Ciudadana y Derechos Sociales, ha presentado el estudio, del autor Luis Puche, 'Habitar la diversidad sexual, familiar y de géneros en Málaga', el primer informe científico en el que se realiza un análisis de la situación de las personas LGTBI y que servirá de base teórica para elaborar el próximo plan municipal LGTBI.
Entre las conclusiones, Puche señala que, aunque la percepción mayoritaria de las personas LGTB de la ciudad no es negativa, cuando se desciende al ámbito de lo concreto se identifican procesos discriminatorios normalizados en la vida cotidiana.
Los más graves, ha apuntado, son situaciones exclusión social, inseguridad en el espacio público y barreras para el disfrute de la ciudad. Estas situaciones se ven agravadas en la infancia, en la personas mayores, en las personas migrantes y en las minorías étnicas.
De igual modo, concluye que "los resultados de esta panorámica nos arrojan una imagen de Málaga en la que conviven dos tendencias", siendo la primera "una tendencia liberal, abierta y acogedora con la diversidad, que es deudora en gran medida del carácter de Málaga como lugar de encuentro y como cruce de caminos".
La otra tendencia, ha apuntado, "más conservadora, habría empujado a Málaga capital hacia una cierta parálisis en la reivindicación del lugar de diversidad sexual en su seno y al desarrollo de una vida social que, sin ser particularmente homófoba o tránsfoba, sin embargo continúa fuertemente lastrada por miedos, invisibilidades y silencios".
Por último, el informe recoge 46 propuestas que deberían realizarse en la ciudad --no solo desde el ámbito municipal-- y que incluyen, entre otros, la creación de una oficina o unidad específica de atención a la población LGTBI+ desde donde realizar un trabajo transversal en todas las áreas y distritos, realizar campañas de formación e información para el profesorado de todos los niveles educativos, y promover la formación entre los profesionales de la salud.
Tendencias
Del mismo, se desprende que para el 51 por ciento de las personas la ciudad es concebida como un lugar bastante o muy amigable y seguro; mientras que aproximadamente para la otra mitad se trata de un espacio en el que se detectan situaciones de LGTBIfobia cotidiana aunque ésta no sería de alta intensidad, por lo que la conciben como medianamente amigable y segura.
Según las percepciones, Málaga "aparece dibujada como una ciudad relativamente abierta y amigable, con una localización geográfica estratégica que la ha hecho recibir un turismo muy variado desde hace décadas y que además es deudora del laboratorio de libertades sexuales y formas alternativas de convivencia en que se convirtió Torremolimos a partir del último tramo de la dictadura de Franco".
No obstante, según el informe, la población LGTBI sigue viviendo con ciertas precauciones su visibilización en la ciudad y la reivindicación el ejercicio de sus derechos, ya sea por temor a posibles agresiones o por una homofobia interiorizada que les empuja a no mostrarse abiertamente.
Las identidades LGTBI y su situación en la ciudad
Por otro lado, en el informe se estudian pormenorizadamente las distintas identidades. Así, los hombres gais aparecen como el colectivo mejor aceptado y más visible (70 por ciento), seguido por las mujeres lesbianas y bisexuales (59 por ciento de visibilidad), si bien confluyen en el caso de ellas dos factores de discriminación: el sexismo por el hecho de ser mujeres y la homofobia por ser lesbianas.
En cuanto a las familias homoparentales, la principal dificultad a la que se enfrentan es a la inexistencia de modelos sociales normalizados y una situación explicita de LGTBIfobia que las invisibiliza socialmente. Frente a ello, demuestran a un fuerte compromiso de crianza y educación de sus hijos.
Por otro lado, en relación con las personas trans, el estudio de Puche explica que tras varias décadas en las que las personas transexuales y transgénero habían sufrido una "importante desatención" por parte de gran parte de las instituciones públicas y el propio activismo LGTBI, en los últimos años han adquirido un inédito protagonismo en la vida pública, logrando una rápida conquista de derechos.
Además, ha añadido que en la consecución de estos avances sociales, Málaga "ha ocupado un lugar central" debido a que fue donde "se hicieron públicos los primeros casos mediáticos de menores trans a los que se les estaba denegando la posibilidad en sus centros escolares de llevar a cabo el cambio de nombre y trato de género".
Ahora, ha continuado, "el ámbito educativo, pese a seguir siendo hostil para muchas personas, es percibido como uno de los que más ha avanzado en estos últimos años en materia de diversidad sexual y de género".
En cuanto a las personas LGTBI migrantes y refugiadas, se constata que a Málaga llega un mayor número de hombres gais, que huyen de sus países de origen debido a su orientación sexual.
La percepciçon de inseguridad y el espacio público
Por otro lado, el 34 por ciento de encuestados considera que las calles y espacios públicos son seguros, mientras que un 54 por ciento de las personas tiene la percepción de que son potencialmente inseguros y una de cada diez afirma que lo son.
Ateniendo a lugares concretos, uno de los espacios más seguros mencionado por las personas encuestadas es la plaza de La Merced; las playas aparecen como unos de espacios públicos más seguros.
Asimismo, los centros educativos se perciben como focos de transformación social para irradiar cambios al conjunto de la sociedad. De acuerdo a Puche, aparecen más problemas cuando se tata de centros concertados o privados, sobre todo cuando se trata de centros religiosos. Sin embargo, éste sigue siendo el espacio público más seguro para este colectivo, tras el ámbito sanitario.
También se analizan en esté investigación las evidentes debilidades del tejido asociativo LGTBI de la ciudad y se explicita que "la celebración de los distintos días significativos en materia LGTBI o la lectura de determinados manifiestos y las fotos de esos actos que recoge la prensa, no resultan suficientes, aunque sí necesarios, para transformar la cultura ciudadana".
Asimismo, el 41 por ciento de los encuestados dice tener conocimiento de algunas de las acciones organizadas por el Ayuntamiento pero piensa que hacen falta más políticas en ese sentido y que hay que implementar políticas duraderas.
Lugares
El principal objetivo del estudio ha sido trazar una cartografía cualitativa sobre la situación de la ciudad. De la cartografía se desprende que Torremolinos es un lugar especialmente seguro y amigable al que sigue un espacio muy concreto como es el de la plaza de la Merced. Los distritos de Teatinos y el centro así como los municipios de la Costa (en genérico) se perciben como lugares más seguros y amigables con las personas LGTBI, mientras que los distritos Bailén-Miraflores y Palma-Palmilla y los municipios del interior (en genérico) se perciben como menos amigables.
Además, el mapa incluye la existencia de focos irradiadores de la diversidad en todos los distritos de la ciudad: instituciones culturales, educativas, centros de salud o comercios. Destaca entre todos un centro educativo de Palma-Palmilla, calificado como una fuente de transformación para todo el barrio y para el resto de la ciudad.
Estudio
Obra del malagueño Luis Puche, doctor en antropología social de la Universidad Autónoma de Madrid, ya ha sido considerado como un ejemplo de buenas prácticas y ha sido posible gracias a la X Beca Málaga Participa impulsada por el Área de Participación Ciudadana.
El concejal de Derechos Sociales, Raúl Jiménez, y el autor, Luis Puche, han informado este viernes las principales conclusiones del que se define como "documento de trabajo y de discusión colectiva".
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