Este fin de semana he viajado a Madrid. Tenía mi billete sacado hace más de un mes, antes de los problemas con las inundaciones, así que he tenido que hacer los transbordos de autobús a tren como todo quisque.
Llegué el viernes a las ocho y cuarto. La más absoluta soledad. Un viajero de fuera me preguntó dónde estaba la cafetería y le dije que no había, que tendría que ir a la estación de autobuses. Después, un amigo que no voy a decir el nombre por razones obvias, me enseñó los tres trenes que están en el final de las vías de nuestra estación. Están parados, inutilizados porque no tienen la revisión y no pueden andar. Por eso, no se puede ir ni a Ronda, hay que ir hasta San Roque en autobús y a partir de allí hasta Ronda. Ese era el único viaje en tren que se podría hacer directamente y no se hace porque los trenes están inutilizados. Absolutamente deprimente y tercermundista: trenes inutilizados por no tener la revisión..
De allí, en autobús hasta Málaga, sin problemas, rápido. Al llegar a Málaga (tres autobuses, es decir, que viajeros los hay de sobra), aquello era de pena. Ningún control, te dan unos tickets manuales y te preguntan cuantos somos. Puedes decir lo que quieras y esos te dan.
Eso es el tren de Algeciras, pero me preocupaba cómo sería en Madrid a la vuelta porque allí hay más de cincuenta trenes (mínimo) a la vez. Así que fuimos preguntando por las oficinas de información. Nos enviaban de una a otra hasta que una señora se preocupó y dijo que pasáramos el control y esperáramos por allí hasta que tuviéramos noticias. El control de seguridad es impropio de una situación de alerta cuatro sobre cinco, ni escáner ni nada. Pasan las maletas y allí cada uno puede llevar encima lo que quiera. Yo tengo mi tarjeta del corazón para que me cacheen como en los aeropuertos. Dijeron que no hacía falta, ni a mi ni a nadie(Repito, alerta cuatro sobre cinco. Ya no nos acordamos de los atentados de Atocha).
Pasamos el control y en un momento nos dijeron que iríamos hasta Málaga en AVE , en un segundo AVE unido al realmente de Málaga. El mismo sistema, tickets manuales sin control ninguno. Resultado, el mayor lío del mundo, los que íbamos juntos, unos en un vagón, otros en otro. Y lo tienes que arreglar con los otros pasajeros para que te cambien.
Llegada a Málaga. Las cuentas no cuadraban al entrar en los autobuses. Había más gente de lo que decían las listas. Pusieron otro autobús y así vinimos.
Ahora dicen que la reparación no se podrá comenzar hasta enero, así que , hasta la feria, no tendremos el viejo tren que sobra de Extremadura.
Pero, que conste, somos el kilómetro cero de Corredor Mediterráneo y Central. Yeah!!.
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