Eutopía

Mi opinión…“República Independiente”

Nuestra Constitución especifica que España es un “Estado social y democrático de derecho”, “laico” y “aconfesional”

Publicado: 08/11/2018 ·
12:19
· Actualizado: 08/11/2018 · 12:19
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Autor

Belén Ríos Vizcaíno

Belén Ríos es trabajadora Social. Profesora de la Universidad de Huelva.

Eutopía

Activista Feminista. Compañera partícipe de la Defensa de los Derechos Humanos y Movimientos LGTBIQ

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Que digo yo… ¿Cómo es posible que con tanta variedad de ofertas el ‘Espíritu Santo’ no viaje el Vaticano? ¿O es que lo intenta una y otra vez y no le dejan pasar? Todo es posible, menos que haya ‘iluminado’ a la cúspide jerárquica de ese ‘Estado soberano’ sobre qué hacer con las cenizas de un dictador que durante décadas le ha dado rostro y cuerpo al despotismo y a la brutalidad en España. La misma Nación que fue descerrajada, imponiéndose ese terror que siempre es generado en un conflicto bélico. Desde 1936 hasta 1975 se sufrieron las infinitas secuelas de la imposición de una ideología desnutrida de racionalidad y raquítica en valores humanos. El asesinato, la tortura, la persecución, el encarcelamiento, el exilio… no fueron frutos de un país “saludable”, sino del envenenamiento de un energúmeno que aplicó su totalitarismo. Él mismo se autoproclamó como un semidios y de forma delirante justificó su misión celestial, diezmando a la sociedad española para garantizar su minúsculo concepto de moralidad. Si es para echarse a temblar que acabe de salir elegido un ultraderechista en Brasil, ya que sea una discusión constante el qué se hace con los restos de un violador de las libertades y los derechos fundamentales nos deja en una posición que se pone a nivel internacional en entredicho. Nuestra Constitución especifica que España es un “Estado social y democrático de derecho”, “laico” y “aconfesional”. Es positivo entablar un diálogo con las diferentes instituciones religiosas, pero otra cuestión es dejarse avasallar por sus dogmas e imposiciones interesadas. El nacionalcatolicismo se convirtió una fusión perversa que se impuso parasitariamente. Fue una conjugación que provocó graves consecuencias. Aún está al acecho y latente. En cualquier oportunidad, el falangismo sacará sus banderas con las “garras aguileñas” incluidas. Franco fue un golpista que quebrantó la esencia de un Gobierno democrático. Ni honores militares, ni tumba en el Valle de los Caídos, ni una urna para ser venerado o adorado en la Almudena… Que sus familiares o la ‘Fundación’ de adeptos/as se hagan cargo y lo ubiquen en alguna de las “repúblicas independientes” de sus casas, o que sea esparcido en el patrimonio expropiado. Es incoherente seguir dedicándole tiempo a este asunto. Es una vergüenza que con las innumerables carencias que afectan al bienestar de la ciudadanía, en concreto a los servicios sociales, sanidad, educación, rentas e ingresos mínimos, empleo o vivienda, nos sigamos planteando esta absurdez.  Ni un segundo más de esfuerzo. Ni un euro más, que directa e indirectamente, nutra esta discusión tan estéril. Ni un viaje ministerial más para acordonar decisiones que sólo repercuten al “pueblo” y al cumplimiento del ordenamiento jurídico. Y si hay que emplearlo, que sea para darle voz y visibilidad a la recuperación de la Memoria Histórica. Personalmente, me duele España. Porque no leemos las huellas de un pasado tan reciente. Aún no me hemos terminado de despertar de esa pesadilla cuando una pequeña jauría quiere hacerse con las calles, con el arma de la violencia, con los medios de comunicación, con los sistemas… No nos cansemos de ponerle freno a tanta barbarie. Caminemos mirando para adelante. Hacia el sentido correcto… La paz, el respeto, la diversidad y la Libertad.

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