Este martes se ha inaugurado la exposición ‘El patrimonio giennense en el Servicio General de Investigación (SGI) Fototeca-Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla. Proyecto Jaén Desaparecido III’, bajo la organización de las universidades de Jaén y Sevilla, en el Colegio Oficial de Arquitectos. Se puede ver hasta el día 30.
La muestra recoge una selección de 22 fotografías relativas al patrimonio monumental de Jaén y su provincia, que se vio afectado en el siglo XX por la Guerra Civil, las transformaciones realizadas durante el franquismo y durante la democracia. Se trata de fotografías tomadas entre los años 20 y los años 60 por miembros de lo que fue el Laboratorio de Arte, que más tarde se convirtió en el departamento de Arte de la Universidad de Sevilla.
Así lo ha reconocido el comisario de la exposición, el director del SGI, Ángel Justo, que ha participado en la mesa redonda ‘El patrimonio giennense desaparecido. Una reflexión preventiva’. Habló del papel que tuvo la Fototeca en la documentación fotográfica en la provincia de Jaén, del interés que hubo desde los años 20 por documentar el patrimonio monumental y cómo, hasta los años sesenta, llegaron fotógrafos a Jaén para tomar imágenes muy significativas del patrimonio.
La mesa reclamó conciencia sobre la necesidad de salvar el patrimonio monumental de la provincia.
El doctorando de Historia del Arte de la Universidad de Jaén José Antonio Mesa destacó la necesidad de “crear tolerancia crítica” ante el abandono de edificios como la iglesia de La Asunción de La Guardia, para recuperar el Claustro como un bien monumental; o la arquitectura popular de la capital, con patios particulares que se están cayendo y no se conocen.
Mostró fotografías antiguas de edificios con una arquitectura que era única en Andalucía y que el arquitecto-conservador Leopoldo Torres Balbás ya destacaba en sus publicaciones en los años 20.
La doctora en Historia del Arte por la Universidad de Granada Aroa Romero centró su intervención en una valoración general de la obra del arquitecto Francisco Prieto Moreno, que tuvo un gran responsabilidad en Jaén y su provincia durante la inmediata postguerra y el franquismo. Intervino en la Catedral de Jaén, la Casa de las Torres y el Hospital de Santiago de Úbeda; el Castillo de Canena y las ruinas de la Iglesia de San Francisco de Baeza.
Llegó a la Catedral de Jaén en 1942 y redactó cuatro proyectos. Gran parte de su intervención se centró en el muro de la Lonja, el orientado hacia la calle Campanas, al haber sido refugio antiaéreo en la Guerra Civil. Otra gran intervención fue en la cúpula del crucero de la Catedral, ya en los años 50, que presentaba unas grietas bastantes considerables.
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