Bruno García es quizá uno de los concejales con mejor prensa de la Corporación local. Ha empatizado con foros tanto cercanos a su propio partido como del extremo contrario. Llegó a la política de la mano de la ex alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, con quien compartió dos legislaturas en el Gobierno local, encargándose de las áreas de Fomento y Turismo. Ahora se encuentra en la bancada popular como oposición, donde considera que ha aprendido tanto como cuando gobernaba.
Es licenciado en Derecho y tiene un máster en Finanzas, lo que le permite tener una visión del mundo financiero. Antes de llegar a Cádiz como concejal trabajaba en la Caja de Ahorros de Cataluña. En cuanto a sus aficiones afirma ser “sencillito”. Le gusta el deporte, aunque “soy bastante malo, pero me divierte. Me gusta el fútbol y juego de portero. Soy malo pero me siguen llamando todas las semanas”. Sin embargo, ahora “todo mi tiempo lo ocupa mi familia”. Tiene dos hijas, de tres y un año, respectivamente. Como vivencia y experiencia de lo aprendido por su paso por el mundo de la política y que podrá trasladar a sus hijos se queda con el hecho de la “multitud de realidades que existen. La gran variedad de situaciones que hay. Para mí ha sido muy importante conocer durante estos años a mucha gente que vivía y pensaba de otra manera, que me ha marcado mucho con su experiencia. Nuestro pensamiento es solo una parte y en este mundo tienen que caber todas las formas de pensar”.
¿En algún momento se planteó dedicarse a la política?
-A mí siempre me encantó la política, desde que era pequeño. Primero quería tener mi carrera hecha, empezar a trabajar y ya con 27 años conozco a Teófila y me pregunta si quiero colaborar con ella. En principio solo como colaborador. Cuando pasó un año, en marzo de 2007, me preguntó si quería ir en la lista y así fue. De número 18. Esta etapa política la compagino trabajando en una empresa. Tengo claro que quiero estar en política y quiero trabajar. La política no lo es todo. Es una parte de mi vida.
¿Cuándo se dio cuenta de que tenía inquietudes políticas?
–Tuve la suerte de estudiar en Inglaterra y con once o doce años fuimos de excursión al Parlamento inglés y me senté en un escaño y eso hizo que saltara la chispa. Empezó a interesarme. Siempre me dio por implicarme en el colegio, era subdelegado de clase, me gustaba participar y opinar. Luego no se hace lo que opino, pero me gusta que cuenten con mi opinión y mi participación. Me gusta el debate.
Si echa una mirada hacia atrás, ¿qué balance hace de esos años que estuvo en el Gobierno de la ciudad? ¿Cómo valora estar en la oposición?
–Ahora pienso que se aprende en los dos sitios, en el Gobierno y en la oposición. Entiendo que de alguna manera se complementa y se ven las cosas de otra manera. Se amplía la visión de la realidad. Veo las cosas desde el lado positivo del aprendizaje.
Si pudiera volver a ser concejal de Fomento, ¿cambiaría algo de lo que hizo durante sus años de gestión?
–Yo no soy de lamentarme o de querer cambiar el pasado. No obstante, hubiera dedicado más tiempo a otras cosas, a lo mejor habría cambiado las prioridades. Muchas veces en política se atiende a lo que se considera urgente, que no por eso tiene que ser lo importante. Lo urgente eclipsa lo importante. Siempre he tenido la duda. He atendido a todas las personas que pude y que reclamaban mi atención. Me centraba mucho en las cosas pequeñas. La dualidad entre lo importante y lo urgente siempre me provocó dudas.
Estar con una mujer con tal presencia como era Teófila Martínez, ¿pesaba o beneficiaba?
–No pesaba. Con 27 años, que yo empecé, te sirve mucho de guía. Estás en una fase donde tienes que tener la mente muy abierta y te encuentras a una persona que te marca un camino, muy trabajadora y exigente. Si ves que una persona es exigente consigo misma, te obliga también a ti a ser exigente contigo mismo. Me sirvió para entender que cuando se trabaja hay que tener un ritmo de trabajo muy alto. Hay que ser exigente, para aprender a serlo con uno mismo.
¿Qué mejor recuerdo tiene de esa época como concejal?
–Los momentos que más me satisfacen, tanto antes como ahora, son cuando te encuentras a alguien en la calle y se alegra de verte, o te hace un comentario positivo, o te dicen que te echan de menos. Eso me gusta.
¿Se vio en algún momento como sucesor de Teófila?
–No, nunca me vi. Había gente que estaba muy capacitada para serlo y uno de ellos era Juancho, que bajo mi punto de vista tiene un perfil muy bueno para lo que necesita la ciudad de Cádiz y por otro, yo en ningún momento ni he trabajado, ni me he movido, ni ambicionado el serlo. No era mi intención, no era lo que me movía. No estaba en política para ser alcalde. He estado en política para participar y opinar.
¿Cómo ve el momento político actual?
–Ahora se utilizan muchas palabras, se habla de lugares comunes, del buenismo, pero la realidad ha demostrado todo lo contrario. No hay participación como se dijo que habría, no hay un círculo, no hay un presupuesto participativo. Todo se hace por decreto, intentando quitar la participación del resto de partidos, que es nula. Juancho tiene una visión muy actual de la ciudad y es consciente de los retos y exigencias que tiene la ciudad de Cádiz. Creo que Juancho está en esa idea.
¿Qué me dice de su futuro político?
–La realidad es que estoy volcado como concejal durante la legislatura actual y me voy a presentar el 2 de diciembre como candidato al Parlamento. Esa son mis metas actuales. Mi planteamiento no va más allá.
¿Qué previsión tiene del papel del PP en las próximas Municipales?
–El papel del PP va a ser protagonista y positivo porque el planteamiento nuestro es recuperar cosas que se han roto en la ciudad y dedicar tiempo al empleo y la vivienda social. El PP tiene mucho que decir en eso. Tiene la experiencia de haber gobernado, de haber estado en la oposición y sacar conclusiones de ambos momentos, de cómo se debe trabajar. Creo que llega un buen momento para el Partido Popular. No será fácil, pero nosotros vamos a hacer una campaña para los gaditanos, centrarnos en sus problemas y en las soluciones para ellos. No nos centraremos en otros partidos.
¿Qué valoración hace de los tres años y medio de gestión de Podemos y Ganar Cádiz al frente de la ciudad?
–La ciudad está parada pero tiene una novedad que es que no tiene ruido. El ruido que existió en los últimos años de Teófila estaba provocado por los que gobiernan ahora. Ahora la ciudad parece tranquila porque no hay ruido. Nosotros no nos vamos a dedicar a hacer ruido, nos vamos a dedicar a buscar soluciones para la ciudad de Cádiz. Puede parecer que la ciudad está tranquila, pero sigue existiendo más desempleo, desilusión, no se ha hecho una vivienda con este equipo de Gobierno. Están viviendo del rédito del anterior equipo de Gobierno.
Ha tomado la estrategia de no equivocarse, cree que moviéndose poco va a poder repetir. Esa es su estrategia, pero los problemas importantes siguen estando ahí. Se dijo que tenían soluciones para todos esos problemas, la gente confió en ellos y eso no se ha cumplido. La gente está defraudada. Ya no dicen sí se puede.
¿Cómo califica la gestión de Laura Jiménez al frente de lo que eran sus áreas?
–Me gustaría poder comentar algo, pero no hay nada nuevo. La veo como la del equipo de Gobierno, es una gestión que no existe, y sólo busca dejar pasar el tiempo, no equivocarse. Con el turismo, el PP intentó sumar, no queremos criticar porque hay que ayudar, pero no hay gestión ninguna. No hay nada nuevo ni un plan, ni un proyecto, ni una infraestructura.
¿Les molestan las críticas del equipo de Gobierno de la deuda que dejó el PP en el Ayuntamiento?
–Sinceramente, hemos dicho dónde está la deuda, está en todas las actuaciones que se hicieron por la ciudad, todas las actividades del balance de nuestra gestión. Hicimos cosas, algo que ellos no hacen. Lo explicó el otro día hasta Willy Toledo: la deuda no la iban a pagar y se han dedicado a pagarla y no han hecho nada más. La deuda es un problema cuando no se puede pagar, pero la de Cádiz sí se podía pagar. Con deuda, el anterior equipo de Gobierno hacía cosas. Es lógico que en una ciudad como esta, con tales necesidades sociales, haya deudas. Cuando se quiere el desarrollo de la ciudad se necesita deuda y contábamos con un plan para pagarlo, como debía ser. A nosotros no nos preocupan las críticas hacia nosotros. No nos preocupa el Sí se Puede, nos preocupa la ciudad, no vamos a dedicar un minuto a hablar de la relación PP y Podemos. Nos importan los problemas que existen y estamos trabajando en las soluciones que son muy distintas a las planteadas por el Gobierno.
¿Qué sensación percibe en la calle?
–Nos animan y con la gente que hablo está contenta con la designación de Juancho como candidato. Nosotros, el equipo, estamos animados. Tenemos soluciones para los problemas que hay y lo vamos a intentar con mucha intensidad.
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