La Asociación Cultural Aula Gerión considera positivas las declaraciones realizadas por el fraile Juan Dobado, responsable de Patrimonio de la Orden de los Carmelitas Descalzos, sobre los planes de futuro que tiene la Orden, propietaria del inmueble, para el convento de carmelitas descalzas de Sanlúcar, tras la marcha de las monjas.
Resalta que si bien el Sr. Dobado afirma que la iglesia y la Exposición de Arte Sacro continuarán siendo visitables, como hasta ahora, el convento tendrá un uso probablemente turístico, para cuya explotación ya hay varias empresas interesadas, si bien no aclara la fórmula a utilizar, si será por compra-venta o cesión. Aula Gerión considera que estas declaraciones son bastante ambiguas, pues no se entiende si esos “fines turísticos” se refieren a la conversión del convento en hotel y tampoco se dice qué pasará con el jardín.
Esta asociación teme que pueda ocurrir algo semejante a lo sucedido con la Casa Arizón, donde a pesar de estar declarada Bien de Interés Cultural (BIC), se hizo un hotel en la casa del siglo XVIII, procediéndose a su compartimentación y donde desaparecieron hasta las puertas originales del inmueble y se destruyeron las antiguas bodegas y almacenes, además de construirse pisos al tiempo que la casa del XVII y otras zonas permanecen aún abandonadas. Incluso la capilla de la Casa Arizón ha quedado integrada en un suite del hotel, a manos de cualquier desaprensivo. Todo ello en contra de la legislación vigente, a pesar de los casos archivados por los juzgados.
Tampoco comprende qué para dar a conocer el uso, la Orden carmelita tiene que esperar a que la Consejería de Cultura termine de inventariar los bienes artísticos del convento, que se está efectuando para el expediente de declaración de BIC, ya que no parece guardar relación alguna la consecución de este inventario con el futuro uso del inmueble. Aula Gerión espera que, con independencia del uso que se decida, la Orden, como propietaria, cumpla con su deber de conservar la integridad del edificio con todos sus bienes muebles, sin que su estructura arquitectónica sufra menoscabo.
Asimismo, recuerda al Ayuntamiento de Sanlúcar su obligación legal de velar por la conservación del Patrimonio Histórico situado en su término y le exige que defienda los intereses de toda la ciudadanía y no actúe en connivencia con los posibles depredadores patrimoniales, como ha venido haciendo en las últimas décadas.
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