Representantes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, de Cemex, de los sindicatos CCOO y UGT, así como consejeros de la Junta de Andalucía y del Gobierno de las Islas Baleares mantendrán una reunión hoy en Madrid tras el anuncio de la cementera de cerrar dos fábricas en España.
A la reunión, acudirá, por parte del Ministerio, el secretario general de Industria, Raúl Blanco y el director general de Industria y de la Pyme, Galo Gutiérrez Monzonís, según han indicado fuentes de Industria.
Asimismo, también participarán en la cita el consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, Javier Carnero, y el consejero de Trabajo, Comercio e Industria de Baleares, Iago Negueruela, dado que las plantas objeto de cierre se encuentran en Almería y en el archipiélago balear.
Por parte de los sindicatos acudirán representantes a nivel nacional y del ámbito de la empresa, a los que se unirá también una representación de la propia cementera, que a mediados de mes anunció una reestructuración de su negocio en España que contempla el cese de actividad de dos fábricas, una reducción "importante" de su estructura y un expendiente de regulación de empleo (ERE) que aún no ha cuantificado.
El objetivo de esta reunión es constituir una mesa de trabajo con la vista puesta en el mantenimiento de la actividad de estas dos fábricas, que suman 200 trabajadores, y del empleo.
En este sentido, el Ministerio de Industria solicitará a la compañía una explicación de los motivos que le han llevado a tomar esta decisión.
La compañía, que emplea a cerca de mil trabajadores en España, ya avanzó que estas medidas responden a la situación del sector y a las perspectivas de la industria frente a la nueva regulación europea sobre los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) a partir de 2020.
Estos factores, según apuntó en un comunicado, hacían "totalmente necesario" la adopción de medidas para asegurar el mantenimiento de la actividad de Cemex en España y su presencia en los diferentes mercados en los que viene operando.
En concreto, dentro de este proceso la cementera prevé una "importante" reducción de su estructura, así como el cese de actividad en dos de las siete fábricas de cemento con que cuenta en nuestro país.
Se trata de las fábricas situadas en Gádor (Almería) y Lloseta (Baleares), que emplean a 100 personas cada una.
Además, los ajustes de personal también se extenderán a otros centros de trabajo, determinadas oficinas comerciales y las propias oficinas corporativas centrales.
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