Las obras del carri bici en el Paseo Marítimo entre la glorieta Ingeniero La Cierva y Cortadura han arrancado rodeadas de polémica. Aparte de los atascos que se generan en el perímetro de la glorieta, que afecta directamente a los hoteles de la zona, comerciantes y vecinos tienen muy claras sus reivindicaciones. Unas obras que, en la jornada de ayer, tan sólo contaban con la presencia de un operario y una máquina, así como de los técnicos de la Junta y representantes de la empresa.
Responsables de establecimientos hosteleros consultados por este medio criticaban la “falta de previsión” a la hora de cortar el acceso rodado al Paseo Marítimo, cuando las obras “están casi paradas”. También ponían sobre la mesa aspectos en los que coincidían con vecinos del entorno: han colocado los contenedores muy lejos y para las personas mayores y para los negocios “tener que darse esa caminata por la noche es cuanto menos incómoda”.
Asimismo, también reflejan en sus críticas que la zona de carga y descarga ha quedado sujeta a los espacios existentes en Muñoz Arenillas y en la plaza Helios, lo que provoca que muchas furgonetas y camionetas se busquen la vida para aparcar lo más cerca posible de los establecimientos, e incluso se anule uno de los carriles de Ingeniero La Cierva lo que provoca las retenciones en horas punta.
Para los hosteleros, que ya se han reunido en varias ocasiones y coinciden en la mayoría de las reivindicaciones, el asunto que más les preocupa es el espacio que tendrán que ocupar las terrazas cuando esté el carril bici. “Hemos pasado de tener una plataforma de dos metros a que quieran reducir el espacio a metro y medio. Cuando nosotros lo que queremos es mantener el número de mesas que teníamos. No estamos pidiendo más”. A pesar de las reuniones, los hosteleros no comprenden que “sigan con la cabezonería y pretendan que perdamos mesas”.
Entre las opiniones de las personas consultadas hay quien cree que “hay cosas en la ciudad mucho más importantes. Es un gasto innecesario para una ciudad tan pequeña como es Cádiz y encima eliminando aparcamientos”.
También demandan tener información sobre el plan de tráfico posterior, sobre la localización de los contenedores y las cargas y descarga de vehículos.
“Algo habitual”
Por su parte, el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Cádiz, Martín Vila, considera que las quejas que hay en estos momentos “son lo habitual” que se sucede en el inicio de cualquier obra. El edil defendió que “ha habido reuniones y convocatorias con vecinos y hosteleros, así como comerciantes en cada ramal y así se seguirá haciendo. “Se hizo en 2016, con la exposición pública del proyecto al completo; se hizo en 2017 con el inicio de obras en Extramuros... por tanto es un proyecto en información permanente”, matizó el concejal. En el Paseo Marítimo se continuará con esta labor,igual que se ha hecho con hosteleros, abordando ya “manzana por manzana con los vecinos el plan de obras y regulación posterior”.
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