La Junta conocía la posibilidad de la catástrofe. Las zonas de las comarcas de Antequera y Ronda, las más afectadas por las inundaciones a causa de las lluvias de este fin de semana en Andalucía, figuraban entre las áreas de riesgo en el inventario elaborado en 2002 por la Junta con motivo de la aprobación del Plan de Prevención contra Inundaciones y Avenidas.
No eran las únicas. El documento inventariaba un total de 1.099 puntos o tramos urbanos con riesgo de inundaciones en la región, de los que 115 puntos tenían categoría A, es decir, la de máximo riesgo. De ellos, 68 figuraban entre los puntos de mayor peligrosidad y para los que se proponía la adopción de medidas con carácter prioritario.
Las provincias de Granada, Almería y Málaga copaban el 66% de los puntos de riesgo de inundaciones y el 70% de los puntos de mayor riesgo, por la peligrosidad de una inundación en dichos lugares, debido a lo abrupto del terreno y a la intensidad de las precipitaciones en esta zona.
Horizonte 2015
Aquel plan de defensa frente a las inundaciones, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta el 2 de julio de 2002, fijaba en el año 2015 su horizonte de cumplimiento. En 2013, once años después de aprobarse, el Defensor del Pueblo Andaluz inició una queja de oficio a raíz de las inundaciones que se produjeron en zonas de Jerez y de Écija, por la "ineficacia" de la Junta para atajar el problema.
En aquella queja, el Defensor ponía de manifiesto que, pese a estar recogidas en el Decreto 189/2002, que aprobaba el mencionado plan contra las inundaciones, la mayor parte de las actuaciones no se habían ejecutado.
E incluso apuntaba que, "de manera impune, se ha estado construyendo, a veces al margen del derecho, y otras muchas bajo el paraguas de los planes urbanísticos aprobados por los Ayuntamientos y la propia Comunidad Autónoma en terrenos inundables o que presentaban un riesgo histórico de inundación, sin que tales planes hubieran sido rechazados, ni las obras ilegales, en su caso, paralizadas y sin que se haya ejecutado las obras de defensas e infraestructuras para evitar los riesgos generados por cauces naturales o por la construcción indebida en zonas inundables o de afección".
Las causas
El propio decreto 189/2002 señalaba no sólo el hecho de que en algunos puntos del sur de la Península se concentra el mayor riesgo de crecidas rápidas de España (por orografía y climatología), sino que entre las causas de las inundaciones figuraban las que apuntaba el Defensor.
Así, la ocupación de zonas inundables, la dificultad del drenaje y la insuficiencia del alcantarillado son las principales causas por las que se producen las inundaciones en esta zona, según figura en el documento de la Junta.
En el plan de prevención de las inundaciones se reconoce, además, que las grandes infraestructuras de regulación y protección que se hicieron en su día para la defensa y el encauzamiento de los ríos desplazaron los riesgos de inundaciones desde los grandes ríos y ciudades más importantes a "cauces tributarios" (afluentes) y poblaciones pequeñas y medianas.
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