El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell ha anunciado este miércoles que no recurrirá la sanción que le ha impuesto la CNMV por una operación de venta de acciones de Abengoa cuando era consejero de la empresa, pero ha recalcado que lo hace "por responsabilidad política", ya que sigue estando "en total desacuerdo" con la CNMV e insiste en que no utilizó información privilegiada.
Borrell ha explicado en el pasillo del Congreso lo que no le ha dado tiempo a decir en su respuesta en el pleno de control al diputado del PP José Ramón García-Hernández, y es que comunicará a la CNMV que no va a recurrir "porque nadie entendería un recurso" ante el mismo Gobierno del que él forma parte.
Según ha explicado, sus asesores jurídicos han llegado a la conclusión de que no puede recurrir la sanción directamente ante los tribunales, sin pasar primero por el trámite del recurso de alzada ante el Ministerio de Economía. "Políticamente, que un ministro recurra ante un Gobierno del que forma parte puede dar lugar a muchas lecturas", ha reconocido.
Borrell ha seguido manteniendo que no utilizó información privilegiada al vender esas acciones por 9.000 euros, porque de haberla tenido no habría perdido la práctica totalidad de su inversión en la empresa y sufrido pérdidas "muy, muy elevadas". Es más, está convencido de que si acudiese a los tribunales estos le darían la razón.
Con todo, ante el pleno del Congreso ha reconocido que esa operación de venta de acciones, que formaban parte de una cartera que él gestionaba, "no fue adecuada por el momento en que se produjo y por la apariencia de irregularidad que ha podido generar".
"Fue un error que puede constituir solo una falta administrativa y que además no afecta, según la legislación vigente, a mi idoneidad para ejercer una función ministerial", ha defendido ante la pregunta del 'popular' García-Hernández.
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