El gran problema del deporte de base son los padres. Creo que, como profesional de este ámbito, los padres exigen demasiado a sus hij@s. El deporte en edades de formación debe ser un complemento que facilite la adquisición de un modelo de vida activo. Que favorezca el desarrollo del niño/a, ya sea en el ámbito motriz o en el ámbito social. Que muchos exigen a sus hijos como si estos tuvieran la obligación de tener que llegar a la élite para sacarlos de pobres. Pues creo que es un grave error, ya que solo uno entre miles termina alcanzando la élite. El deporte debe ser diversión, entretenimiento, juego. Y es que por el hecho de ser deporte, ya está reglado e institucionalizado, sin embargo, ¿cuántos podemos decir que conocemos verdaderamente el reglamento de cada deporte? Quizás no llegamos a conocer ni la mitad de todas las reglas que lo regulan, y cada vez más se escuchan comentarios en contra de los entrenadores y árbitros provenientes de padres. Sí. Parece surrealista pero es totalmente cierto. ¿Y qué ejemplo le están dando entonces a los niños? Creo que el respeto debe primar por encima de todo, cada persona desarrolla su labor profesional de la mejor manera que puede y esta no debe ser criticada. Porque... ¿os imagináis a todos esos padres ejerciendo de entrenadores? Yo directamente me decanto por el no. Pero bueno, en este mundo hay diversidad de opiniones. Aquí os dejo la mía. Y esto, a día de hoy es una realidad. El deporte debe ser entendido como una pieza fundamental y vuestros hijos deben disfrutar de él. No verse obligados a rendir a un nivel, ni presionados porque queráis que ellos sean los futuros Messis o Cristianos.
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