La Junta de Andalucía reconoce que en las farmacias andaluzas faltan hasta 384 fármacos. No es un problema atribuible únicamente a la subasta de medicamentos, pero la realidad es que los ciudadanos están sufriendo, en ocasiones, graves problemas para encontrar la medicación recetada según sus dolencias.
La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha defendido este jueves los beneficios de la subasta de medicamentos implantada en Andalucía, no sólo por el ahorro que genera sino también por su eficacia y ha señalado que de los 384 fármacos de la última lista de desabastecimento sólo uno pertenece a los seleccionados en subasta.
"Es una grave irresponsabilidad decir que en Andalucía tenemos inequidad por las subastas de medicamentos", le ha espetado la consejera a la diputada de Ciudadanos María Isabel Albás, quien ha denunciado en la Comisión de Salud del Parlamento andaluz que este sistema "genera desigualdades en el acceso a determinados medicamentos".
Albás también ha criticado que la subasta de medicamentos "hace que a los andaluces se les trate de manera diferente que a otras comunidades autónomas" y ha advertido de que el desabastecimiento de medicamentos de las subastas "perjudica a los andaluces y especialmente a las personas mayores".
La consejera le ha contestado que la subasta de medicamentos de Andalucía no es solo una "medida de eficiencia", sino también "de calidad, porque apenas genera desabastecimiento de fármacos", respecto a los demás medicamentos y permite en estos casos un mayor control sobre los laboratorios implicados.
"La subasta de medicamentos mueve muchos intereses porque mueve mucho dinero", ha advertido Álvarez, quien ha destacado que "cada vez hay más" instituciones y colectivos que demandan su implantación en otros sistemas sanitarios públicos.
Los datos que maneja la Junta de Andalucía no coincide con los del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en cuya página web se actualizam semanalmente los medicamentos con problemas de distribución. En el último recuento eran 56, de los que 28, justo la mitad, pertenecían a la subasta de medicamentos del SAS.
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