El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se han fijado este domingo como prioridades para sus gobiernos la cooperación bilateral y la lucha contra el cambio climático, entre otros asuntos.
Ambos dirigentes han comparecido de forma conjunta en rueda de prensa tras la reunión que han mantenido en Montreal, y que marca el inicio del viaje oficial de Sánchez, en el que también visitará Nueva York, Sacramento y Los Ángeles.
El presidente del Gobierno, que ha viajado acompañado de su esposa Begoña Gómez, ha sido recibido en Montreal con honores militares.
Los dos gobernantes han mostrado sintonía progresista -también participando después en un foro de líderes progresistas-- y Sánchez ha difundido en Twitter una fotografía entregándole a su anfitrión una fotografía de su padre, Pierre Trudeau, durante una visita oficial a España en 1982.
En la rueda de prensa, Sánchez ha celebrado que se haya roto la "mala costumbre" de que dos "países amigos" no se reunieran "de manera tan regular" desde el año 2002, cuando se produjo la última visita oficial de un presidente del Gobierno español a Canadá.
Los dos Gobiernos han firmado dos declaraciones conjuntas, una sobre igualdad de género y otra que fija una "Agenda de Cooperación España-Canadá" y que tiene como primer punto el compromiso para trabajar por el libre comercio de manera que "beneficie a todos", mejore la sostenibilidad medioambiental, proteja los derechos laborales y reconoce y reafirme el papel de los gobiernos en la protección del interés público.
Además, la declaración afirma que el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre Canadá y la UE "proporciona un marco para aumentar los flujos de comercio bilateral".
Hace poco más de un año, nada más regresar al liderazgo del PSOE, Sánchez decidió no apoyar la ratificación de este acuerdo en el Congreso y dio orden a los diputados del PSOE de que se abstuvieran, esgrimiendo preocupaciones sobre los derechos laborales y medioambientales.
Ahora, la declaración firmada este domingo añade que, en el marco de ese aumento del comercio bilateral que los dos países quieren, "los líderes trabajarán juntos para comunicar los beneficios del libre comercio" a sus respectivas poblaciones, "para proteger a los grupos más vulnerables" y para apoyar a sus empresas en su intento de diversificarse en los respectivos mercados.
Los dos rechazan el proteccionismo comercial y apoyan un sistema basado en reglas y en el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo ha destacado la cooperación bilateral y ha reivindicado la cooperación en el marco de la OTAN entre los ejércitos español y canadiense. "Ellos dirigen la operación en Letonia, y nosotros estamos muy satisfechos", ha señalado.
Sánchez también ha apuntado al aprendizaje del castellano, la cooperación científica y universitaria y las inversiones en la "dinámica" economía canadiense como algunos de los objetivos que España persigue en Canadá.
Para Sánchez y Trudeau, una de las prioridades fundamentales es la igualdad de género."Estamos comprometidos, creo que no hace falta decir nada: los hechos están ahí.En estos 100 días hemos hecho mucho en igualdad de género, impulsado el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, y en materia de protección menores y paridad", ha aseverado el presidente español.
El líder del Ejecutivo español ha señalado la lucha contra el cambio climático, la defensa del multilateralismo frente al unilateralismo y el respeto a los derechos humanos como otras de las cuestiones en las que España y Canadá comparten posturas similares.
¿LEGALIZAR LA MARIHUANA?: "ESTOY EN LO QUE ESTOY"
En cambio, Sánchez ha evitado seguir la estela canadiense cuando se le ha preguntado si se plantea legalizar la marihuana, como acaba de hacer Canadá para uso recreativo: "Estoy en lo que estoy. Tengo ya suficientes problemas, por tanto, ahí me quedo", ha zanjado.
La declaración conjunta se refiere también a la inmigración como "una realidad compleja que presenta tanto oportunidades y desafíos" y los dos Gobiernos "se comprometen a trabajar juntos para promover una visión integral a largo plazo de la inmigración y el desplazamiento y fomentar un enfoque positivo y humano".
En ese sentido, también afirma que "las sociedades canadiense y española tienen una tradición larga y profundamente arraigada de acoger a los recién llegados y reconocer la importancia de crear sociedades inclusivas que promuevan la integración, y que apoyan la diversidad que enriquece nuestras culturas y economías".
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