El progreso de Torremolinos en el ámbito turístico se debe, en parte, a aquellos que se dejan la piel a diario para que esta localidad de la Costa del Sol siga siendo un destino atrayente para el viajero. Una de estas personas es Miguel Miralles, presidente de la cadena Roc Hoteles, quien este año ha recibido el premio a la ‘Personalidad Turística’, que entrega el Ayuntamiento de Torremolinos por el Día del Turista.
Personalidad Turística
El alcalde, José Ortiz, fue el encargado de hacer entrega en el acto, celebrado en la Casa de Los Navajas, al presidente de ROC Hoteles el premio ‘Personalidad Turística 2018’.
Licenciado en Derecho en el año 1966 por la Universidad de Granada, Miralles abrió en 1968 un despacho profesional que se especializó en Derecho Mercantil y Fiscal. Ese no era su mundo y por una carambola de la vida llega al mundo del turismo fundando en el año 2000 el Grupo Roc Hoteles.
En la actualidad, la cadena cuenta con 24 establecimientos en Mallorca, Menorca, La Manga del Mar Menor, Almería, Costa del Sol y Cuba, que hacen un total de 6.100 habitaciones. En Torremolinos, es propietario de tres hoteles que suman más de 300 habitaciones. Se trata del Hotel Flamingo, un tres estrellas que ha elevado hace dos años a categoría de 4 estrellas, con 243 habitaciones; el Hotel Lago Rojo, un cuatro estrellas en la emblemática La Carihuela, con 180 habitaciones; y el Hotel Costa Park, antiguo Hotel El Pinar, también de cuatro estrellas y con 380 habitaciones.
La cadena da empleo a 250 personas en plena temporada y en su actividad en Torremolinos desde el año 2000 ha acometido una inversión superior a los 50 millones de euros en reformas y actualización de sus hoteles.
Presentación del libro
El evento, que reunió a representantes del mundo turístico, empresarial, profesional y asociativo, coincidió con la presentación del libro ‘Torremolinos, luz y libertad’, dirigido por el periodista Juan de Dios Mellado.
La obra, en gran formato y un fondo de imágenes históricas, repasa el pasado “glamuroso” de la localidad como cuna de la Costa del Sol, cómo ha ido avanzando y modificándose con el paso del tiempo, y lo enlaza con el futuro de expectativas que se abre para este municipio. Dividido en ocho capítulos, el libro destaca la figura del Hotel Pez Espada, referencia esencial de la seducción ejercida por Torremolinos entre turistas y estrellas de la fama, los pintorescos chiringuitos, la buena gastronomía, los más de 50 años de actividad del Skal Club y su referencia como “meca de placer y libertad” con “noches eternas y días de sol”.
Cine, tablaos flamencos, turismo gay, el inicio del futuro primer centro Smart-city de Europa, playa y lugar de constante recepción turística que lo han convertido, junto al resto de potenciales que posee, en un “pueblo mítico” cargado de sorpresas, ocio y tranquilidad, entre otros, que ofrecer a sus residentes y visitantes son también referencias de esta obra literaria.
Más premiados
En el apartado de ‘Empleado de Hostelería 2018’ el galardonado ha sido Fernando García Guillén. El premiado en esta categoría comenzó a trabajar a los 15 años en el céntrico Bar La Reja, regentado por la familia Muñoz. Primero su padre Juan, y ahora su hijo Rafael llevan desde el año 1969 formando parte de la fisonomía urbana del centro histórico. Su amor a la profesión, su profesionalidad y la confianza labrada a lo largo de los años de sus empleadores se convierten en los valores tenidos en cuenta para su elección en esta categoría de los premios.
El premio a ‘Empleado de Hotel 2018’ ha ido a manos de Juan Martín Olmo, trabajador del Hotel Puente Real desde 1974 donde ingresó a los 17 años con la categoría profesional de camarero y donde ha permanecido hasta su reciente jubilación en junio, tras prestar 43 años y seis meses de servicios en el mismo establecimiento. La distinción a la ‘Instalación de Playa 2018’ se le ha hecho entrega al establecimiento ‘Las Barcas’, abierto desde 1981 en Playamar y que resultada especialmente característico por su construcción circular y hasta su transformación en los años 90 a su actual fisonomía. Rafael González Mesa su fundador, trabajó en la construcción de las torres de Playamar, quedándose como empleado en el gran comedor de la urbanización. Su vista comercial le llevo a explotar el chiringuito Las Barcas.
Los premiados recibieron un cuadro-pergaminoo y una reproducción de la Torre de Pimentel, que en el caso de la ‘Personalidad Turística’, se trata de un pin de oro.
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