La ciudad de Basora, en el sur de Irak, vivió su primera noche en calma desde que comenzaron hace seis días las protestas, motivadas por la contaminación del agua que ha intoxicado a decenas de miles de personas en la provincia homónima, informó a Efe una fuente de seguridad local.
"La ciudad de Basora ha vivido una noche tranquila y sin incidentes, y durante las primeras horas de esta mañana tampoco hubo infracciones", indicó a Efe un miembro de la Comandancia de Operaciones de Basora, Ali al Mayali.
Aseguró que el toque de queda impuesto desde ayer por la tarde en la urbe fue levantado esta madrugada en la principal ciudad en el sur del país.
Desde el lunes se suceden una serie de protestas en la provincia de Basora para exigir soluciones a la crisis medioambiental que sufren, así como para rendir cuentas a las instituciones políticas iraquíes con el objetivo de poner fin a la corrupción.
El portavoz del Ministerio de Sanidad iraquí, Seif al Badir, aseguró anoche en un comunicado que al menos 15 manifestantes han muerto durante esta semana de marchas y 190 personas han resultado heridas de distinta gravedad, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad.
Al Mayali dijo que los puertos y los pasos fronterizos en la provincia funcionan de nuevo con "normalidad", pues durante esta semana fueron cerrados por las protestas, como el puerto de Umm Qasr, uno de los principales del país.
Asimismo, aseveró que las unidades policiales y militares se encuentran desplegadas en las avenidas principales de Basora para "impedir cualquier intento de dañar el orden público".
Hace dos días centenares de manifestantes irrumpieron y prendieron fuego al consulado iraní en Basora, una acción denunciada por Teherán y Bagdad, que han pedido una investigación así como castigar "severamente" a los implicados en el ataque.
Irán es una potencia muy influyente en Irak y sobre todo, en el sur del país, donde la mayoría de su población es chií, la misma rama del islam que profesa la nación persa.
Además, ayer un grupo de hombres armados desconocidos lanzó tres proyectiles de mortero que impactaron en un solar vacío en el aeropuerto internacional de Basora, sin causar víctimas ni daños materiales, afirmó a Efe una fuente de seguridad local.
La crisis medioambiental que sufren se debe al aumento del nivel de salinidad en el río Shatt al Arab por la sequía que afecta a Irak y que ha mermado el caudal de los ríos procedentes de Irán y Turquía, una situación que se hace más grave en Basora por el deterioro y antigüedad de las plantas de tratamiento y canalización de agua.
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