Se ha publicado inmediatamente la noticia de que los 337 diputados asistentes a la sesión en el Congreso han aprobado por unanimidad el informe elaborado por una subcomisión creada al efecto en 2017 para la elaboración de un Estatuto del Artista. El pleno del día 6 de septiembre ha dado luz verde al texto (se puede acceder al boletín oficial del Congreso de los diputados Núm. 373 20 de junio de 2018 Pág. 41), que recoge las propuestas elaboradas durante más de año y medio por la comisión que en octubre de 2016 propuso Unidos Podemos- En común Podems-En marea. De esta forma ahora, casi dos años después es posible que pudiera ver la luz una ley que recogiera las 75 propuestas que han estado avaladas por el pleno del Congreso de los Diputados unánimemente. La noticia, amén del alcance que debería tener para los profesionales de la cultura, toma su importancia por aquello de la unanimidad, cosa extraordinaria desde hace bastante tiempo en la política.
Entre las medidas que deben legislarse se encuentran aspectos económicos de indudable valor para quienes trabajan como artistas. Algo de sentido común que sorprende por el estado en que actualmente se regula es la compatibilidad de la jubilación con el cobro de derechos de autor, así como su situación en torno a la Seguridad Social y una fiscalidad acorde con la incertidumbre en que este tipo de profesionales viven mayoritariamente. En este sentido se propone una reducción de tipo impositivo pasando del 21% al 10% en los ingresos que se generen por el valor que añade la actividad artística en todo el proceso, desde la creación hasta la interpretación, así como una exención del 30% en el IRPF que de momento no es de aplicación por la redacción actual del impuesto. Con respecto a la compatibilidad de percibir pensiones de jubilación y derechos de autor se precisa formulas similares a las que vienen utilizándose en casos como (profesores universitarios eméritos o personal sanitario emérito).
Unanimidad, foto de grupo, parabienes, en el Congreso. LO que ahora sigue es la incertidumbre. Bien está lo que se ha realizado hasta la fecha, pero si la faena no se termina nada de lo escrito tendrá efecto y las gentes del arte seguirán padeciendo una situación insostenible y muy generalizada,
Los hechos: La comisión ha trabajado casi 2 años, se ha reunido 24 veces y queda todo un largo trámite parlamentario en un momento especialmente inestable. Porque el gobierno del PSOE se encuentra en minoría, con la urgente necesidad de aprobar presupuestos generales y una clara alusión a que de no conseguirlo las elecciones pueden estar a la vuelta de la esquina. Por otro lado aunque se la legislatura se agotara, estamos en 2020, queda un año y poco de trabajo al actual parlamento y este tiempo se antoja escasísimo para tramitar una ley compleja, a pesar de que los 75 puntos asumidos por todos los parlamentarios den a entender una cierta facilidad.
Ya el preámbulo del informe analiza las dificultades que “desde hace décadas” tiene el modelo legislativo a nivel estatal para ser capaz de responder a las necesidades específicas del sector tanto para trabajadores, como pequeños y medianos empresarios. Más aún cuando en las últimas décadas la realidad ha superado a la ley por “tres factores que han empeorado la situación hasta límites insostenibles: la crisis económica, las fuertes transformaciones tecnológicas en los hábitos de consumo y la imposición de nuevas medidas fiscales y reformas legislativas que han dado lugar a un aumento permanente de la precariedad en todos los tramos y ámbitos profesionales del sector. “
Confiemos que al menos por una vez este asunto no se utilice partidariamente y sus señorías le den trámite de urgencia a la aprobación de esta ley tan necesaria.
Fdo Rafael Fenoy Rico
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