Sorpresa en Madrid. Contra todo pronóstico, el Comité de Competición ha estimado las alegaciones presentadas por el Sevilla FC sobre el acta de Gil Manzano en relación a la segunda tarjeta amarilla mostrada a Roque Mesa en la polémica acción con Pau López. De esta manera, a juicio de Competición, el centrocampista canario no debió ser expulsado en el derbi disputado este pasado domingo.
Esta decisión provoca que Pablo Machín pueda contar con Roque Mesa para el duelo frente al Getafe en el Pizjuán dentro de dos fines de semana, pero sobre todo viene a abrir aún más una herida que ni mucho menos termina de cicatrizar entre ambas aficiones.
A pesar de las diversas explicaciones del presidente del Comité Técnico de Árbitros, Velasco Carballo, y su postura de defender la actuación del VAR tras la acción entre el futbolista sevillista y el portero bético, lo cierto es que esta inesperada decisión -puesto que pone en entredicho la aplicación del videoarbitraje- favorece a aquellos que defienden que el Sevilla no debió quedarse con diez tras esa acción, más allá de que el VAR hubiera determinado o no que la misma tendría que haber penalizada con la pena máxima.
Para más inri, el Sevilla FC ha reflejado a través de su medio oficial el escrito emitido por Competición en el que concluye que "es el portero adversario quien se echa encima del jugador amonestado, derribándole".
El derbi ya es pasado y los tres puntos se quedan en el Villamarín, pero el debate seguirá para rato tras la decisión tomada por el Comité de Competición
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