Málaga

El Salón del Manga de Mijas atrae la atención de unas 2.000 personas

Otakus, 'gamers' y aficionados al k-pop, entre otros, disfrutan de variadas actividades y propuestas

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Salón del Manga de Mijas.

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Espacio reservado al reproductor de vídeo

El complejo polideportivo Las Lagunas de Mijas acogió el fin de semana del 4 y 5 de agosto la quinta edición del Salón del Manga, el Anime y el Videojuego, una propuesta que se afianza entre los aficionados y que registra un año más un sobresaliente en materia de organización.

El intenso calor y la época estival no fueron impedimento para que el evento tuviese una respetable afluencia de público, que se hizo más intensa el a lo largo de la jornada del sábado. En total, alrededor de 2.000 personas visitaron en algún momento el recinto, pagando el módico precio de tres euros que costaba la entrada.

Una vez dentro, los asistentes pudieron disfrutar de una gran variedad de actividades. Entre ellas, destaca el pop coreano o K-pop, una disciplina que en los últimos años ha gozado de una gran aceptación entre los más jóvenes, y que llenó el escenario de varios grupos con sus trabajadas coreografías, al karaoke, pasando por talleres, actividades de rol en vivo, en particular sobre la saga Harry Potter, concursos de videojuegos, incluyendo propuestas 'indie' muy interesantes, e incluso una sección retro, donde los aficionados pudieron jugar a los juegos clásicos en monitores de otra generación.

El evento contó también con exhibiciones de soft-kombat y de esgrima, así como algunas actividades exteriores desarrolladas en el complejo deportivo, como guerras de globos de agua y otras actividades acuáticas.

Numerosos stands dispuestos por el interior del recinto del pabellón ofrecieron al público una gran diversidad de productos, tales como figuras de los más conocidos personajes, chapas, posters, cartas e incluso pastas típicas japonesas, directamente importadas desde el país del sol naciente.

Espacios para que los artistas mostraran sus creaciones, cosplayers enseñando al público sus trabajados disfraces completaron la oferta. En definitiva, dos jornadas de diversión sin límite de la mano de la organización, que corrió a cargo de la asociación Mibu

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