Estados Unidos recibió hoy con honores en la base naval de Pearl Harbor (Hawái) los restos de sus 55 supuestos soldados muertos en la Guerra de Corea que el Gobierno de Kim Jong-un entregó el pasado viernes como resultado de lo acordado con el presidente Donald Trump en Singapur.
Trump envió a Hawái a recibir los féretros a su vicepresidente, Mike Pence, cuyo padre, Edward Pence, combatió con el Ejército de EE.UU. en la Guerra de Corea (1950-1953) y recibió una Estrella de Bronce como condecoración por su servicio.
"Hoy, nuestros chicos vuelven a casa", dijo Pence, quien agradeció a Kim Jong-un que haya "mantenido su palabra".
Corea del Norte entregó los restos de esos 55 soldados fallecidos, que según Pionyang corresponden a soldados estadounidenses, el pasado viernes a miembros del Comando de Naciones Unidas para Corea.
Tras cinco días en la base militar estadounidense de Oson, en Corea del Sur, los restos volaron hoy hasta Hawái, donde el Pentágono tiene un laboratorio especializado en la identificación de soldados muertos décadas atrás.
A su llegada a Hawái, los féretros iban envueltos con banderas estadounidenses, a diferencia del viernes, cuando fueron entregados cubiertos con la enseña azul de las Naciones Unidas.
"Nuestro país ha trabajado sin descanso para mantener nuestra promesa de no dejar atrás a nadie", dijo Pence.
El vicepresidente, asimismo, anunció que los trabajos conjuntos de búsqueda de los cerca de 5.300 soldados estadounidenses que se estima murieron al norte del paralelo 38, suspendidos en 2007 "por las amenazas nucleares de Corea del Norte", se reanudarán pronto.
"Hoy es solo el comienzo. Nuestro trabajo no estará completo hasta que encontremos a todos nuestros héroes y vuelvan a casa. Nos encargaremos, en los días venideros, de que estos héroes sean los héroes que guíen el camino a muchos otros en el futuro", añadió Pence.
Más de 36.000 militares estadounidenses fallecieron entre 1950 y 1953 en la Guerra de Corea y cerca de 7.700 desaparecieron, 5.300 dentro de los dominios de Corea del Norte.
Equipos conjuntos de Estados Unidos y Corea del Norte recuperaron 229 cuerpos entre 1996 y 2005, pero Washington suspendió el programa de búsqueda por el deterioro de las relaciones entre los dos países. En 2007, Pionyang entregó otros seis cuerpos.
El pasado viernes, Trump también agradeció a Kim Jong-un la entrega de los restos.
El proceso de repatriación de los restos fue algo confuso, ya que a su vuelta de Singapur, el mandatario estadounidense anunció ante sus seguidores que Corea del Norte acababa de entregar 200 féretros, un extremo que el Pentágono tuvo que desmentir después.
Trump regresó de Singapur entusiasmado y con actitud victoriosa, convencido de que sus gestiones pueden concluir en una desnuclearización de Corea.
Hoy, Pence se encargó de recordar en Hawái que existe un "progreso tangible en los esfuerzos por lograr la paz en la península de Corea".
La cifra final de restos entregados -55- ha sido objeto de cierta controversia, ya que tal y como dijo Trump en ese anuncio que al final no fue, muchos auguraban que fuesen unos 200 los repatriados.
Esos 200 corresponden a la cifra que ofreció Corea del Norte hace dos años al Gobierno de Barack Obama a través de una asociación de excombatientes para suavizar las tensiones entre ambos países, una propuesta que el entonces presidente rechazó.
A la espera de que EE.UU. y Corea del Norte reinicien las tareas de búsqueda de los soldados desaparecidos, ahora empieza la ardua labor de identificar a los 55 entregados, que podría llevar meses o incluso años.
Según datos de la Agencia de Contabilización de Desaparecidos en Combate y Prisioneros de Guerra del Departamento de Defensa (DPAA, por sus siglas en inglés) a los que ha tenido acceso Efe, desde 1982 hasta esta última repatriación se habían recuperado los restos de 670 soldados de la Guerra de Corea, de los cuales 211 aguardan desde hace años a ser identificados.
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