Se acaba un nuevo curso político. ¿Qué queda pendiente para septiembre? Se acerca la última semana de julio y se acaba una nueva temporada. Y lo hace con los mismos temas pendientes en muchos casos. Y con cambios, algunos por sorpresa.
No es la primera vez que hablamos aquí de la velocidad de la política en los últimos tiempos. En apenas tres meses hemos asistido a la primera moción de censura que prosperó en España desde la democracia, y Pedro Sánchez, que hace dos años estaba defenestrado, preside un gobierno, que por primera vez tiene más mujeres que hombres. Un gobierno que, aunque atado en el Congreso, empezaba a ilusionar a la ciudadanía con la recuperación a algunos derechos.
Como consecuencia de dicha moción de censura, Mariano Rajoy, que pasó su última tarde en el Gobierno en un restaurante hasta que anocheció, en vez de estar en el Congreso, escuchando las razones de su salida, decidió dejar la presidencia del Partido Popular. El pasado sábado, Pablo Casado lograba, contra todo pronóstico -inicial- el liderazgo de su partido. Así es la velocidad de la política. Se suben los escalones de tres en tres y se bajan de seis en seis. O de golpe…
Y mientras, en Málaga, todo sigue igual. El lunes, a la vuelta del Congreso del PP, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que apostó por Cospeda y Casado, insinuaba “directamente” que la dirección provincial se mojó demasiado por la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría, y habla de cierto desgaste. Y en Diputación, el portavoz del PSOE intenta desgastar a Bendodo por las consecuencias del Congreso, y éste le recuerda que él pasó por lo mismo no hace mucho…
Se acercan las elecciones, al menos las municipales, y todo sigue igual, pese a la velocidad. Otra vez para septiembre lo importante, porque nos perdemos en el día a día, en el y tú más y en las cuestiones internas.
Pero, seguro que muchos españoles recordarán este curso por el cese de Lopetegui a dos días de empezar el Mundial de Rusia o la marcha de Cristiano a la Juve o el descenso del Málaga a Segunda. ¿El deporte se ha contagiado de la velocidad de la política?
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