Punta Umbría

Abreu defiende la cultura mundial de la paz mediante la música

El músico, compositor y economista venezolano José Antonio Abreu defendió ayer impulsar una ?cultura universal de la paz? a través de la música, al recibir en el Konserthus de Estocolmo el premio Polar, considerado el Nobel de la música.

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El músico, compositor y economista venezolano José Antonio Abreu defendió ayer impulsar una “cultura universal de la paz” a través de la música, al recibir en el Konserthus de Estocolmo el premio Polar, considerado el Nobel de la música.

“La pobreza material será vencida por la riqueza musical. Justicia social y justicia cultural son vertientes de una sola dimensión”, afirmó Abreu, quien reivindicó la necesidad de un “movimiento juvenil musical sabiamente institucionalizado”.

El premio Polar, que recibió de manos del rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo, supone un “magno” compromiso ético y personal, y por eso decidió dedicarlo a los educadores musicales que han trabajado con él en su Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, que agrupa a más de 300.000 músicos jóvenes en Venezuela.

Abreu, galardonado junto con el músico británico Peter Gabriel, fue distinguido por “una visión de que las formas de la música clásica pueden crear una mejor existencia para los niños de Venezuela, concretada en su Sistema”, que ha servido a cientos de miles de jóvenes como “instrumento para abandonar la pobreza”.

En la presentación previa a la entrega del premio, el sueco Jan Eliasson, ex presidente de la Asamblea General de la ONU, destacó el “mensaje poderoso” de Abreu y del Sistema, que constituyen un “modelo” y una “esperanza para el futuro”.

Desde su creación en 1975, más de 15.000 profesores han impartido clases a través del Sistema a más de 600.000 jóvenes y niños de todo el país, especialmente a aquellos con menores recursos.

Nacido en Valera (Trujillo-Venezuela) en 1939, Abreu atesora un gran número de galardones, como el Premio de la Música de Fráncfort, el VI Premio Yehudi Menuhin a la Integración de las Artes y la Educación o el premio canadiense Glenn Gould.

Minutos después de Abreu fue Peter Gabriel el encargado de recoger su premio –dotado iguamente con 1 millón de coronas suecas (95.000 euros – 129.000 dólares), además de un cuadro conmemorativo y un ramo de flores- de manos del rey Carlos XVI Gustavo. Gabriel, a quien se premia por una obra “visionaria, extrovertida y que busca romper fronteras” y con una influencia “decisiva” en la evolución de la música popular, instó desde el estrado a los jóvenes músicos de todo el mundo a seguir lo que dicte su corazón y sus sueños y a no dejarse desanimar por las adversidades.

Gabriel fue uno de los fundadores a finales de la década de 1960 del renombrado grupo de rock Genesis, aunque un lustro después lo abandonó para continuar una fértil carrera en solitario que ha continuado hasta nuestros días.

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