Es muy frecuente que, por desconocimiento, asociemos el comer fuera de casa durante el verano con malos hábitos alimenticios que terminen perjudicando tanto a nuestro estómago como a nuestro bolsillo. En el caso de Málaga uno de los puntos calientes de su gastronomía estival son sus chiringuitos, lugares ‘de culto’ para veraneantes y residentes donde también podemos encontrar un buen número de alimentos muy beneficiosos para nuestra salud. Por esta razón, el doctor Rida Nagib Raya, endocrino y nutricionista del hospital Vithas Parque San Antonio, destaca cinco sencillos platos cuyos contenidos nutricionales igualan (y a veces superan) su gran sabor.
Porra antequerana.
Esta sopa fría cuyos orígenes se remontan a la Roma Imperial protege el corazón y tiene un buen número de propiedades anti envejecimiento. Además, nos hidrata y aporta las vitaminas, minerales y antioxidantes de los vegetales como el tomate. "Esta verdura posee un micronutriente denominado licopeno, el cual tiene el potencial de reducir las posibilidades de padecer varios tipos de cáncer como el de próstata o pulmón. Por su parte, a los beneficios ya conocidos del aceite de oliva hay que sumar las proteínas del huevo, así como la capacidad vasodilatadora y refrescante del ajo" afirma el doctor Nagib.
Ensalada pipirrana.
El consumo de alimentos vegetales como el tomate, pepino, cebolla y pimientos verdes se ha relacionado con una menor incidencia de enfermedades crónicas y degenerativas, gracias a su contenido en fibra, vitaminas y sustancias antioxidantes. Además, contribuye a prevenir y mejorar enfermedades como el estreñimiento, la diabetes, la obesidad y algún tipo de cáncer.
Entre las vitaminas que contiene la ensalada pipirrana destaca el contenido en vitamina C, betacarotenos y folato. Las dos primeras tienen propiedades antioxidantes, a las cuales se les atribuye un efecto protector frente al cáncer, además de intervenir en numerosos procesos del organismo.
Ajoblanco.
Este plato 100% malagueño y muy agradecido cuando suben las temperaturas se elabora a base de agua, almendras, ajo, pan, sal, aceite y vinagre, acompañado de uvas moscatel y, en ocasiones, trozos de manzana o melón. El agua fresca, combinada con la miga de pan y el vinagre proporcionan una gran sensación refrescante a la vez que aportan ciertas dosis de energía.
Espetos de sardinas.
Este es, sin duda, el plato estrella de la gastronomía malagueña. Al igual que ocurre con los boquerones, la sardina es uno de los pescados azules con mayor cantidad de omega 3, y su consumo se recomienda para prevenir, entre otras, patologías cardiovasculares y enfermedades como la diabetes. Entre los nutrientes de las sardinas, se encuentran las vitaminas B6 y D, las cuales fortalecen los huesos, la piel y el sistema inmunitario.
“Sus propiedades van más allá de este tipo de nutrientes, extendiéndose a una gran variedad de minerales entre los que se encuentran fósforo, magnesio, hierro, potasio, yodo y calcio” comenta el endocrino del Hospital Vithas Parque San Antonio.
Macedonia de frutas.
Este postre es ideal para finalizar nuestras comidas veraniegas. Sus vitaminas, antioxidantes y demás propiedades de las frutas se traducen en beneficios para el funcionamiento de nuestro metabolismo. Afectan a los procesos de envejecimiento, hidratan nuestra piel y órganos vitales, aportan sales a nuestro organismo y son fundamentales en las dietas saludables para adelgazar.
“En resumen, hay que tener en cuenta que todos estos alimentos son saludables en cantidades moderadas, ya que cualquiera de ellos ingerido en grandes cantidades o asociado con alimentos no saludables, pierde sus beneficios o propiedades” concluye el Dr. Nagib.
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