Podría parecer que pasar unos días en Torremolinos es sinónimo de tumbarse en la playa y hacerse inseparable del mar, pero no es así, existen planes para todos los gustos y bolsillos.
De Torremolinos es bien conocida su costa y sus casi siete kilómetros de litoral, pero la sierra es casi una desconocida. La Cañada del Lobo es uno de los planes alternativos para los amantes de la montaña y la naturaleza. Este paraje natural, a tan solo unos minutos de la ciudad, ofrece las mejores vistas de la Costa del Sol, las sierras, la Hoya de Málaga y, a lo lejos, permite ver Sierra Nevada.
Para llegar en coche tan sólo hay que tomar la salida 222 en la autovía A-7, desde el cementerio nuevo de Benalmádena, aunque es necesario permiso previo para acceder de esta manera.
Los verdaderos deportistas que quieran disfrutar de este rincón secreto pueden dejar su coche en el pinar y comenzar la aventura a pie. Los más atrevidos atravesarán un denso pinar salteado de especies típicamente mediterráneas, como encinas, alcornoques, acebuches y palmitos. El premio serán llegar al mirador protegido por la escultura de un lobo aullando.
Dejando de lado la montaña, en Torremolinos también se esconde el Jardín Botánico Molino de Inca, que se ubica en el Camino de los Pinares, junto al Molino de Batán y El Pinar de los Manantiales.
La historia del municipio está estrechamente ligada a la de los molinos. Se tiene constancia de su utilización desde hace varios siglos para producir harina, papel de estraza o para moler el pan. Esta última fue la función del Molino de Inca, el más antiguo. Hoy, este histórico lugar acoge un precioso jardín botánico de más de 40.000 metros cuadrados, un paraíso que invita a la calma.
Rehabilitado en el año 2003, el Jardín Botánico tiene casi un millar de especies vegetales, entre las que destacan 150 variedades de palmeras, 300 árboles y unos 400 arbustos que se pueden observar desde varios miradores. Todas estas especies conviven con una docena de aves diferentes, algunas de ellas ejemplares únicos en el país. También existe una réplica del viejo Molino de Inca, que funciona gracias a un complejo sistema que aprovecha la trayectoria del agua.
Además, el recinto del complejo Los Manantiales cuenta con un singular Jardín Japonés que reproduce en una ladera rocosa una zona ajardinada con colinas y lagos típicos del país del sol naciente.
Otro punto para desconectar sin salir de la ciudad es el Parque La Batería, que se encuentra en la zona de Montemar Alto. Con más de 74.000 metros cuadrados y más de 25 especies de árboles distintos, se convierte en el Central Park de Torremolinos.
Su mayor atractivo es el lago artificial de más de 9.000 metros cuadrados, en el que familias, parejas y amigos pueden navegar gracias un servicio de alquiler de barcas a un módico precio.
Además, cuenta con una torre mirador de 15 metros de altura, una red de senderos, un carril bici y una gran área de juego infantil.
Debe su nombre a la antigua batería defensiva de costa que tenía ahí su ubicación. De hecho, aún se pueden observar algunos cañones de artillería y dos búnker subterráneos. Torremolinos tiene muchas historias que contar.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es