España fue líder en la exportación de aceite de oliva a Estados Unidos en la pasada campaña 2016-2017 por segundo año consecutivo, dominando el mercado norteamericano “a granel”, y también hace más fuerte su presencia en los formatos envasados.
Aunque el mayor uso del aceite principalmente es culinario, también es empleado para usos cosméticos, medicinales, actos religiosos y para las lámparas de aceite pues las propiedades del aceite de oliva son muy variadas. No obstante, el 90 % de la producción mundial de olivas se emplea para producir aceite.
Tradicionalmente el aceite de oliva ha sido un producto estrechamente ligado al área del Mediterráneo. A día de hoy tan solo un 3 % de la producción mundial se realiza fuera de esta área. Nuestro país produce casi la mitad del aceite de oliva de todo el mundo, seguida por la producción de Italia y Grecia. Y de toda la producción española, la comunidad de Andalucía genera el 76% del total del aceite, lo que se traduce en un total de 1.250.367 toneladas. Le sigue en producción la comunidad de Castilla-La Mancha, en la que se ha producido el 8,4 % del aceite español, es decir 105.454 toneladas y luego Extremadura, con un 5,8 %, 73.038 toneladas.
Las ventas de aceite se disparan
Este campo de comercio también se vio afectado por el estallido de la crisis, sin embargo, las cooperativas son optimistas en cuanto al futuro porque que España esté a la cabeza en producción de aceite frente a otros países provocará que los compradores vuelvan a hacer pedidos. Por otro lado, fuentes directas de las almazaras privadas ponen de manifiesto que ha habido más movimiento en los últimos días y ligeras revalorizaciones de los precios.
Puede ser que nos encontramos ante la antesala de una nueva etapa de recuperación tras un largo período de estancamiento en las ventas.
Durante la pasado campaña 2016-2017, España exportó a Estados Unidos nada más y nada menos que un total de 74.443,8 toneladas de aceite de oliva en envases de más de 18 kilos, situándola en primera posición y muy lejos del resto de países exportadores, como Túnez, Argentina, Turquía, Chile, Italia, Marruecos o Grecia.
Además, a esta cantidad habría que añadir otras 55.322 toneladas de aceite de oliva español enviados a EEUU en envases de menos de 18 kilos, posicionando a España en segundo lugar por detrás de Italia.
Durante la última campaña 2016-17, el 52% del total de las importaciones estadounidenses en este sector fue en la categoría aceite de oliva “virgen extra”, disminuyendo un 11% respecto a la campaña anterior. Por detrás le siguen las importaciones de “aceite de oliva”, con el 24% del total y una disminución del 28%; el aceite de oliva “virgen extra orgánico”, con un 18% del total y una subida del 56%; el aceite de orujo de oliva con el 4% y una pérdida del 30%; y las dos categorías de aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen orgánico con menos volúmenes según el COI, Consejo Oleícola Internacional. Este es el único organismo internacional dedicado al aceite de oliva y a las aceitunas de mesa.
En España existen hasta un total de 32 denominaciones de origen protegidas de aceite de oliva virgen y extra. Cada una de ellas está regida por sus propios estatutos, cuidando la calidad de los aceites que producen y pautando cuidadosamente su cultivo, recogida, elaboración y hasta el embotellado y su etiquetado final. Ello demuestra su compromiso con la calidad final del producto, a través de rigurosos controles de calidad.
Conservación y cuidado del aceite
El aceite de oliva virgen, al igual que todas las grasas, requiere una conservación en unas adecuadas condiciones ambientales para mantener a lo largo del tiempo sus características organolépticas. Una mala conservación provocará que los aromas y sabores agradables del aceite se deterioren y que puedan aparecer otros indeseables.
Para conservar el aceite de oliva virgen adecuadamente, lo principal es protegerlo de la luz y mantenerlo a una temperatura lo más constante posible, sin grandes oscilaciones. Además, es muy importante mantenerlo lo más aislado posible del aire ya que en contacto con él se producen fenómenos de oxidación que generan un sabor rancio al aceite, además de adquirir sabores u olores del ambiente del que esté rodeado.
Por todo ello lo ideal es mantener el aceite en envases o depósitos herméticos, completamente a oscuras y a una temperatura suave y controlada.
Aceite de oliva virgen extra
Como bien es sabido, el aceite de oliva virgen extra constituye un elemento esencial de la dieta mediterránea gracias a sus características organolépticas y sus beneficios sobre la salud. Su consumo cotidiano ayuda en la prevención del cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el colesterol y retrasa el envejecimiento.
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