Ayer mantuvo una reunión con técnicos exclusivamente del Ayuntamiento, a fin de recabar las opiniones que en este sentido depara la aludida negativa de la Junta. El objetivo es reconducir el proyecto para ser estudiado detenidamente y la intención es realizar la idea con los condicionantes conservacionistas de la Comisión Provincial de Patrimonio salvaguardando los arcos interiores y las fachadas. Es decir, uniendo los elementos a conservar tanto los expuestos por el Ayuntamiento como por la Junta.
Estudio de costes
Cuando se tenga elaborada la idea se analizará pormenorizadamente el coste, con la intención de conocerse exactamente la cuantía que supondrá la obra, además del dinero a emplear para los vendedores durante el tiempo que se estime estén sin actividad por los hipotéticos trabajos de construcción. A eso habrá que sumarle también la reordenación que tendría que llevar el aparcamiento que lleva parejo el proyecto.
Este viernes, igualmente, el alcalde realizó una visita al mercado de abastos para intercambiar opiniones con los vendedores de este centro comercial.
Ya para el lunes está fijada una nueva reunión, en este caso será con la empresa adjudicataria del proyecto original, Sardesa, con sus técnicos, con la empresa de ingeniería Ingespark y con los arquitectos de Yamur que han auxiliado al Ayuntamiento en el tema de salvaguardar zonas del actual edificio. Del mismo modo quiere entablar un contacto con los colectivos vecinales, interesados en este asunto.
“Quiero trabajar en positivo. La necesidad del nuevo mercado es acuciante y lo fácil sería denunciar públicamente la intransigencia de la Junta de Andalucía, que por un lado ha estado de acuerdo en el proyecto original y por otro han llevado a cabo la imposibilidad de la construcción. Quiero agotar todas las vías posibles, pero la clave del asunto está en el coste y tiempo real que se necesitaría para acometer un proyecto que goce del beneplácito del gobierno autonómico”, destacó el alcalde.
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