Andalucía

Alarma en Lepe por la presencia de un falso coche bomba junto a un polideportivo

El can, que se equivocó, pudo confundirse detectando cartuchos de caza

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  • El vehículo, matrícula de Portugal, tenía placas falsas encima de las auténticas
  • Un perro especialista indicó la posible presencia de explosivos en el coche
La localidad onubense de Lepe vivió la noche del miércoles momentos de tensión, después de que se localizara un coche con matrícula portuguesa falsa y de que más tarde un perro especialista de la Guardia Civil indicara la presencia de explosivos dentro del mismo.

El perro que inicialmente habría detectado explosivos, podría haber confundido los restos de material de caza con los de algún tipo de elementos para fabricar un artefacto.

Así lo han explicado a Efe fuentes de la investigación, que han señalado que ha quedado descartado "al cien por cien" la posibilidad de que el vehículo transportase explosivos o los haya transportado en alguna ocasión.

De esta forma, se ha justificado el error inicial de uno de los perros, que "se sentó al lado del coche como suelen hacer estos animales cuando detectan explosivos", al señalar que pudo confundirlos "con restos de algún elemento de caza, como cartuchos o algo similar".

Las fuentes han recordado que el coche fue robado hace un año y medio en Portugal, tiempo suficiente para que haya sido usado para distintas actividades por los presuntos ladrones.

El vehículo se mantiene en los almacenes municipales del polígono 'El Chorrillo' de Lepe, a la espera de que se localice a su propietario por parte de los agentes policiales.

Los hechos sucedieron en la barriada de Las Moreras de Lepe en la tarde del miércoles, cuando agentes de la Policía Local y la Guardia Civil entraron a toda prisa en el polideportivo 'José Manuel Cortés Medina', y avisaron a los monitores que desalojaran el mismo rápidamente, ante la presencia del vehículo sospechoso en un lateral del edificio.

El coche, aparcado en paralelo junto a las instalaciones deportivas, tenía la matrícula 61-AJK-35, que resultaron ser placas falsas colocadas sobre las verdaderas, y la investigación policial concluyó que el vehículo había sido robado en Portugal hace año y medio, tras cotejar el número de bastidor con las matrículas que tenía a la vista, lo que disparó todas las alarmas.

La Guardia Civil pidió la presencia de artificieros, y a las 20.50 horas, el cordón policial de unos 100 metros se amplió a 500, ya que un perro especialista enviado a la zona mostró indicios de haber detectado explosivos, lo que quedó descartado por un segundo animal a las 22.30.

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