Ocurrió en septiembre de 2017. Un fontanero gaditano se encontraba manipulando una tubería en un cuarto de baño, cuando un hilo metálico de la misma se le clava en un dedo de su mano derecha, dejando una esquirla metálica en el interior del segundo dedo de la mano derecha.
Un accidente sin la mayor importancia, o al menos eso se pensó al principio. El 8 de febrero del presente año, ante un dolor punzante en la mano, acude al médico de Atención Primaria y cuatro días después se le realiza una radiografía en el Hospital de San Carlos de San Fernando, en la que se le aprecia un cuerpo extraño de origen metálico que ha quedado albergado dentro de la carne.
El 14 de febrero el dedo continúa hinchado y es remitido al servicio de Urgencias del Hospital Puerta del Mar. Su tratamiento era a base de antibióticos y antiinflamatorios. Tras ser atendido, perciben el citado cuerpo extraño en pulpejo, y se programa una intervención quirúrgica para su extracción, resultando fallida la misma puesto que no pueden llegar hasta el sitio donde estaba la esquirla metálica, que era muy profundo. Finalmente no se le consigue extraer y “se limitan a mantenerle las curas locales más analgésicos”, indica su abogado. Además le dan cita para otra sesión de Rayos X.
El 15 de febrero acude de nuevo a su médico de cabecera por panadizo, es decir, ante la inflamación aguda del tejido celular del dedo. La infección se iba extendiendo. De nuevo se deriva a este fontanero a Urgencias, donde se sigue apreciando que el cuerpo extraño (esquirla metálica) sigue incrustado en su dedo. Le mantienen el tratamiento y si no responde se le derivaría a cirugía.
Numerosas curas
Su periplo médico continúa desde el 8 de marzo hasta el 28 del mismo mes, asistiendo a numerosas curas.
El 9 de marzo es valorado por el Servicio de Cirugía del Hospital Puerta del Mar, que lo remite a Traumatología. Allí, previa radiografía, le ven de nuevo el trozo de metal. Ya cansado de la situación, el paciente puso una reclamación al Servicio Andaluz de Salud de todo el proceso que lleva.
Llega el día 21 de marzo, cuando este fontanero de profesión regresa al servicio de Urgencias del Hospital Puerta del Mar al presentar necrosis seca del dedo afectado.
De allí lo derivan de nuevo a Traumatología para incluirlo en la lista de espera quirúrgica.
Por fin, el 3 de abril es intervenido en el citado hospital. La intervención quirúrgica consistió en la amputación de la falange distal del citado dedo.
A día de hoy está pendiente para ser intervenido para la extracción de la matriz ungueal persistente en muñón de la parte afectada.
Reclamación
Este paciente acudió a un gabinete especializado en negligencias medicas, en este caso al Bufete Ortiz Abogado, el cual “ante la evidencia científica del caso, dado que la esquirla metálica no extraída era la que había producido la infección y posterior amputación del dedo”, interpuso una reclamación administrativa previa a la vía contenciosa, puesto que, en su opinión, “ha existido negligencia médica clarísima, no solo por la demora de las atenciones sanitarias, sino lo más graves en que tras dos intentos quirúrgicos fallidos no le extirpan la esquirla metálica y la siguen dejando en el interior del segundo dedo de la mano derecha”, para añadir que “máxime cuando el paciente, fontanero de profesión solo tiene 55 años”.
“Esta reclamación ya ha sido admitida a trámite por parte del SAS y estamos pendiente de que el Servicio de Aseguramiento y Riesgo dictamine el caso”, indican desde el Bufete Ortiz Abogados.
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