Sueño que Andalucía dejó atrás la infrafinanciación que asfixió su crecimiento y mermó sus servicios básicos durante años; que atiende a 350.000 dependientes, 125.000 más de los actuales gracias a que el Estado aporta el 50 % que establece la Ley; que se financia a través de los mercados en unas condiciones más ventajosas que los intereses de usura del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA); que sigue cumpliendo el objetivo de déficit,pero ahora suavizado a las comunidades y repartido proporcionalmente con el Gobierno central; que no soporta el yugo del asfixiante techo de gasto, y que los ayuntamientos andaluces pueden invertir su superávit en necesidades ciudadanas y no destinarlo únicamente a enjugar deuda.
Sueño que Andalucía dispone de un plan especial de empleo para reducir el deferencial de paro que nos separa del resto de España; que es la comunidad que más fondos recibe para políticas activas de empleo y no la que menos como antaño; que aumenta sin cesar el número de trabajadores andaluces que laboran en Gibraltar consumado el Brexit gracias a las buenas relaciones entre Madrid y el Peñón; que el reparto de la Política Agraria Comunitaria (PAC) ha espantado los peores temores del campo andaluz; que las exportaciones de la aceituna negra de mesa a Estados Unidos no se han resentido gracias a que España combatió los aranceles con la misma vehemencia y convicción que Alemania defendió su acero;que los almadraberos y pescadores andaluces tienen más cuota para capturar el atún rojo y otras especies, y que la flota faena sin problemas en el caladero marroquí.
Sueño que el AVE llegó a Granada, Almería,Huelva y Cádiz; que las obras de la Algeciras-Bobadilla ya han concluido y han permitido duplicar los 100 millones de toneladas del puerto algecireño antes que no estuviese conectado con el corredor ferroviario; que desplazarse de Cádiz a Sevilla por una autovía es gratis gracias a la eliminación del maldito peaje de la autopista AP4; que los metros de Sevilla, Málaga y Granada han estrenado nuevas líneas, y que la SE-40 ha mejorado el tráfico en la capital andaluza.
Sueño que un refuerzo especial de seguridad redujo el narcotráfico en el Campo de Gibraltar; que los CIEs dejaron de ser cárceles para los inmigrantes; que hay más dinero para becas, investigación e innovación; que ampliaron el Museo de Bellas Artes de Sevilla,y sueño que Doñana está libre del peligro de un almacén de gas.
No es una carta quimérica a los Reyes Magos, sino un justísimo listado de reclamaciones andaluzas pendientes. Ojalá el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez siente las bases que nos permitan vivir este sueño.
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