El líder de Podemos Pablo Iglesias y la diputada Irene Montero acaban de firmar un crédito hipotecario nada más y nada menos que de 540.000 €, a pagar en 30 años, para sufragar parte de un super chalé de lujo en la sierra de Madrid, valorado en más de 615.000 €. Inmediatamente, los comunistas de Podemos culpan, ahora sí, “a los medios” y a la casta burguesa y facista del escándalo suscitado. Y lanzan las preguntas populistas casposas de siempre: ¿Es que no tiene derecho cada cual a comprarse con su dinero lo que estime conveniente? Por supuesto que sí. ¿Es que el proletariado siempre tiene que ser pobre? Por supuesto que no. ¿Es que los de izquierdas no pueden tener un casoplón? Por supuesto que sí. El problema no es la compra del chalet de lujo. Lo grave es la incoherencia y el bocachanclismo que Pablo Iglesias ha generalizado. Los mismos que ahora lanzan estas preguntas son los que han promovido el odio y la envidia de clase de forma tramposa, llamando casta, burgueses y pijos a los que no pensamos como ellos, o pedíamos hipotecas en los bancos. No se trata de hacer voto de pobreza o de vivir en cuevas, pero sí de hacer un mínimo ejercicio de coherencia: no se puede ni se debe criticar en otros lo que luego uno hace. Hoy por hoy, pagar, según dicen, un recibo mensual de 1.600 €, puede ser para ellos una cantidad bastante asumible, puesto que la pareja declara en la página del Congreso unos ingresos mensuales de 12.800 €, que será incrementada a partir de otoño cuando nazcan sus hijos en otros 735 € más cada uno al mes. Muchas familias españolas, incluso con dos sueldos, no pueden permitirse una hipoteca así Sr. Iglesias, ni poder pagar más de 2.000 € de IBI, ni mantener una piscina y más de 2.000 metros cuadrados de jardín, con plantas, césped y una casa de invitados. Amén de tener que hacer 80 kilómetros diarios para acudir al Congreso de los Diputados, que ahora harán en el coche oficial de Podemos, cuando desde su pisito de 60 metros en Vallecas, del que tanto presumía y alardeaba, está mucho más cerca y se puede ir en bicicleta o en metro. Su incoherencia discursiva lo ha descalificado para los suyos, aunque para muchos ya estaba descalificado desde el principio por su populismo barato y la demagogia simplona y fácil. Sr. Iglesias, si le sirve de consejo, siga confiando en las políticas económicas del PP de los últimos años, que ha mantenido en estado de coma la fluctuación del euríbor, porque si no lo hace, y tan solo subiera el euribor al 2%, como se teme, la hipoteca le puede subir como mínimo a 2.400 €/mes. Como se puede leer en las redes sociales: “El 15 de mayo del 2011 nace el 15 M por la crisis. El 15 de mayo del 2018 Pablo Iglesias se compra una mansión. El PP lo ha vuelto a hacer. La recuperación es imparable”. Por cierto los plebiscitos eran habituales en la época de Franco para bendecir sus políticas.
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