La Justicia belga ha tomado este miércoles la decisión de no entregar a los exconsejeros Tomi Comín, Meritxell Serret y Lluís a las autoridades españolas por un defecto de forma en la orden de detención y entrega emitida por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
Así lo ha anunciado el propio Comín en declaraciones a los medios, junto con Serret y Puig, después de la audiencia en la que la Cámara del Consejo -- el tribunal belga de primera instancia-- ha tomado esta decisión.
"Queremos mostrar nuestra satisfacción rotunda, más absoluta, porque hoy efectivamente se ha hecho justicia. La Cámara del Consejo de Bélgica ha decidido que no se ejecutará la orden europea de detención porque es una orden irregular, una orden que no cumple con los requisitos que determina el sistema europeo que regula las euroórdenes", ha afirmado el exconsejero.
El abogado del exconsejero Puig, Jaume Alonso-Cuevillas, ha explicado que tanto la defensa de los políticos catalanes como la Fiscalía de Bruselas han coincidido en señalar que existe un defecto de forma que hace que la euroorden contra ellos no sea "técnicamente" admisible.
El problema de forma de la euroorden emitida por el magistrado Pablo Llarena es que no se basa en nueva orden nacional de detención, sino en el requerimiento emitido meses antes por la Audiencia Nacional. Según la jurisprudencia comunitaria, cada orden de detención europea tiene que estar respaldada por una orden de detención nacional.
"El Ministerio Público ha pedido al tribunal que declare irregulares las tres órdenes de detención europea dada la ausencia de órdenes de arresto nacionales adecuadas. El tribunal ha aceptado esta petición", ha informado la Fiscalía de Bruselas en un comunicado.
Por tanto, el tribunal belga ha decidido rechazar la petición de la Justicia europea por este motivo y sin entrar a valorar el fondo de la cuestión, según han señalado los abogados, que también han apuntado que el juez Llarena podría emitir una nueva euroorden contra los tres exconsellers que se encuentran en Bélgica.
Sin embargo, Alonso-Cuevillas ha expresado que esta hipotética euroorden sería también "rechazada" porque "la Justicia belga tiene muy claro que se está haciendo un uso político de la Justicia por parte de los tribunales españoles".
Comín ha destacado que la decisión del tribunal belga es "una victoria judicial muy importante" tanto para los tres exconsejeros que se encuentran en Bélgica como para el resto de políticos catalanes sobre los que existen órdenes europeas de detención y entrega y los que se encuentran en prisión".
Así, ha interpretado que la Justicia belga le ha mandado el mensaje al Tribunal Supremo de que "abusa del derecho penal" y del sistema europeo de euroórdenes. "Pedimos que se acabe este abuso de manera clara, irrevocable y irreversible", ha reclamando.
Por su parte, Lluís Puig ha mostrado su confianza en que el resultado del procedimiento en Bélgica "acabe ayudando a los compañeros y compañeras todavía en prisión", así como a Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Marta Rovira. "Esperamos que la Justicia de estos países (por Alemania, Reino Unido y Suiza) sigan el argumento técnico porque estamos seguros de que hay una sola Justicia europea con los mismos Derechos Humanos para todos los ciudadanos europeos", ha dicho.
En la misma línea, Meritxell Serret ha reclamado que se acabe "la judicialización de la política" para "intentar resolver un problema político", al tiempo que ha pedido al Gobierno iniciar un "diálogo" con Cataluña.
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