Sé feliz y déjate de tonterías. Deja de hacer cosas para hacer sentir mal a nadie. Deja de preocuparte por qué pensarán los demás. Deja de actuar por los ojos de nadie. ¿Para qué? Si solo tú vas a vivir tu vida. Si solo tú vas a ser capaz de encontrar la fórmula de la felicidad. Eso que te aporte y que no te aparte de quien eres. Porque no tienes que cambiar por nadie, tienes que aprender a ser en alguien. Pero primero, aprende a ser en ti. Mira en tu interior y comprueba si eso que estás haciendo hoy, te acercará al que quieres que sea tu destino mañana. A la meta que tienes en tu interior. A eso que realmente deseas. No a eso que los demás quieren escuchar. Encuéntrate. A ti. Como verdaderamente eres y no como te van moldeando el resto. No te engañes a ti mismo. Porque aunque la cabeza diga una cosa, tu corazón siempre va un paso por delante. Y no hay quien frene los sentimientos. No hay persona que los engañe. Ni aún viéndote obligado a ello. Por eso sé feliz, por ti. Y no por nadie. Sé feliz porque después de todo, cada uno de nosotros, merecemos serlo. Todos tenemos un hueco en este lugar tan precioso llamado vida. Sí, todos. Y cada uno decide cómo vivirla. Decide qué pasos da para acercarse o alejarse a sus objetivos. Decide cómo actuar. A fin de cuentas, somos actos, aunque aún no sepamos si reflejos o conscientes.
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