Gas Natural Fenosa lanzó, a principios de este año, Nedgia Andalucía, la nueva marca para su actividad de distribución de gas en esta comunidad autónoma que sustituye a Gas Natural Andalucía, y mantiene la tradicional denominación territorial que siempre ha caracterizado al negocio de distribución de gas del grupo energético. Con este cambio de marca, Nedgia inicia una nueva etapa enfocada en el crecimiento y la transformación de su actividad con el objetivo de aportar bienestar a 10,7 millones de usuarios en España, a través de más de 5,6 millones de puntos de suministro de los que más de 420.100 se encuentran en Andalucía.
Nedgia aúna dos conceptos fundamentales para la compañía: la innovación unida a la experiencia y solvencia que aporta pertenecer al grupo energético Gas Natural Fenosa y haber desarrollado durante los últimos 25 años la expansión del gas natural en España. La nueva marca permite reflejar las raíces y trayectoria de la empresa pero apuesta por un futuro en el que hay que dar respuesta a nuevos retos energéticos como el gas natural vehicular y el gas renovable, trabajando por la innovación energética y la mejora de la calidad del aire.
En referencia a esto y para entender la dimensión del problema de la contaminación del aire en las ciudades, conviene tener presentes algunos datos. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, más de 400.000 personas mueren prematuramente cada año en la Unión Europea (UE) por la mala calidad del aire, y varios millones padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares provocadas por la contaminación. Además, el 92% de la población mundial vive en lugares donde no se respetan las directrices de la OMS sobre la calidad del aire.
La Comisión Europea (CE) advirtió, en febrero de 2017, a España (y a otros cuatro países de la UE: Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) de superar continuadamente los límites de contaminación permitidos. En el caso de nuestro país, el problema radica sobre todo en las dos ciudades principales, Madrid y Barcelona, cuyos ayuntamientos lanzaron ya el año pasado medidas para restringir la circulación.
Mejora la calidad del aire y combate el efecto invernadero
La calidad del aire de cada municipio, aunque depende exclusivamente de dicho municipio, se ve perjudicada principalmente por tres motivos: el transporte, la calefacción doméstica y los procesos industriales peri-urbanos. Por lo que mejorar la calidad del aire urbano sólo será posible, según los expertos, a través de tres vectores: disminución de las emisiones de CO2 de todas las energías convencionales, la reducción drástica de SOx y NOx, origen del smog urbano; y una reducción de emisiones de partículas sólidas PM10, dañinas para la salud.
El gas natural es la fuente de energía más limpia, menos contaminante y con menor contenido en carbono de todos los combustibles fósiles, por lo que toma una especial importancia para la reducción de las emisiones de agentes contaminantes y para la mejora de la calidad del aire. En comparación con otros combustibles, el gas natural reduce considerablemente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y casi completamente las emisiones de partículas en suspensión y dióxido de azufre (SOx), principales causantes de problemas de salud respiratorios.
Más allá de la calidad del aire, el gas natural contribuye a la lucha contra el cambio climático puesto que reduce un 25% las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal causante del efecto invernadero.
Cambiar el transporte
El sector transporte es uno de los sectores que más contaminan y un gran emisor de CO2. En este sentido, el gas natural vehicular (GNV), tanto en su uso como gas natural comprimido (GNC) para el transporte ligero, como su empleo como gas natural licuado (GNL) para barcos y transporte pesado, está llamado a ser el combustible del futuro debido a sus múltiples ventajas.
Según cifras de Gasnam (la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad), las matriculaciones de vehículos propulsados con gas natural aumentaron un 225% en 2017 en España con respecto al año anterior. Así, el parque total de vehículos propulsados por GNV en nuestro país se sitúa en las 8.471 unidades, según los datos de esta asociación.En cuanto al mercado, el último año ha venido marcado por un aumento del 50% de ventas de coches y camiones propulsados por gas natural, afianzando así el uso de este combustible en España.
Todo esto se debe, en primer lugar, a que el GNV es más económico. Comparado con otros combustibles, el coste por kilómetro de un vehículo que funciona con gas natural es un 30% menor que con gasóleo y un 50% menor que el de gasolina. Asimismo, el gas natural es también un combustible más silencioso, limpio y respetuoso con el medio ambiente, cosa que lo convierte en una alternativa real a los combustibles tradicionales actuales.
El gas natural es la fuente de energía más limpia, menos contaminante y con menor contenido en carbono de todos los combustibles fósiles, por lo que toma una especial importancia para la reducción de las emisiones de agentes contaminantes y para la mejora de la calidad del aire. En comparación con otros combustibles, el gas natural reduce considerablemente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y casi completamente las emisiones de partículas en suspensión y dióxido de azufre (SO2), principales causantes de problemas de salud respiratorios.
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