Segunda de la feria del Caballo 2018 en Jerez de la Frontera. Lleno a “un talonario” del no hay billetes. Toros de Núñez del Cuvillo, con la presentación justa que se exige en el coso jerezano, para “El Juli” (azul y azabache): oreja y ovación; Alejandro Talavante (Marino y oro): silencio y pitos; y Roca Rey (Tabaco y oro): dos orejas y dos orejas y rabo. Se desmonteró José María Soler al parear al primero de la tarde.
El primer astado en saltar al ruedo salió muy parado y tardó en enterarse de qué “trataba la película”. Cuando “El Juli” le indicó el guion rompió a embestir y propició a su matador lancearlo a la verónica con gusto rematando las mismas con media y una revolera. Al salir del único puyazo que recibió (al igual que todos sus hermanos que esperaban su turno en los oscuros chiqueros), el maestro de Velilla de San Antonio lo quitó por chicuelinas. Comenzó la faena de muleta con toreros doblones. Siguió toreando en redondo aprovechando el buen pitón derecho del burel, aunque a base de porfiarle y meterlo en la muleta logró también buenos trazos al natural. Tras una estocada y descabello cortó una oreja.
No tuvo opción de lucirse con el capote en el cuarto de la tarde. El matador brindó la muerte del astado a D. Álvaro Domecq. Comenzó la faena por alto a pies juntos rematando la serie con una torera trincherilla. El torero se mostró porfión pero no consiguió el aliño necesario para condimentar la sosería del astado. Además lo finiquitó de una estocada muy trasera y varios golpes de descabello. A pesar del mal uso de los aceros el respetable ovacionó su labor.
Talavante recibió con unas verónicas “light” al segundo de la tarde. El extremeño se estrelló ante un “medio toro” sin casta ni fuelle, al que le realizó una labor insípida. Tras una estocada la plaza guardó tal silencio que se podían oír las tómbolas de la feria.
Al quinto de la tarde lo recibió con un afarolado de pie, lance que no tuvo importancia ya que no pudo redondear su labor capotera por falta de celo en la embestida del toro. Con la muleta “tiró por el atajo” en una faena corta sin “chicha ni limoná”. Tras pinchazo y estocada contraria recogió una sonora bronca del respetable.
Roca Rey recibió a su primer antagonista mezclando verónicas con chicuelinas rematándolas a pies juntos. En el quite hizo un “gazpacho” con chicuelinas, tafalleras, caleserinas y larga. El peruano brindó al público en los medios para comenzar con un escalofriante cambiado por la espalda. Continuó con una faena de mando y temple logrando buenos naturales rematados con pases de pecho de pintón a rabo. El torero demostró que “ve toro por todos lados”, logrando una faena vistosa y poderosa. Tras una gran estocada cortó dos “pelúas”.
Al sexto de la tarde lo recogió con una tijerina, no logrando que el resto de su labor capotera llegara a los tendidos, aunque sufrió una colada al lancearlo por el pitón izquierdo. Tras salir del caballo el toro fue protestado. Brindó al cantante Andrés Calamaro. Nadie apostaba porque el novel diestro lograse sacar agua de un pozo vacío, pero aprovechando el estaquillador de su muleta como una vara de zahorí lo llevó hasta la misma boca de riego para que los depósitos de el Cuvillo se llenaran y rompiera a embestir. La faena que el torero ha realizado a este toro hoy en Jerez ha sido sublime. Ha cambiado el “’¡uy!” al que tiene acostumbrado a los aficionados por el “¡olé!” y las palmas por bulerías. Faena de “solera gran reserva”, metiendo los riñones, corriendo la mano con maestría y toreando como el más artista de los toreros. Faena que ha conseguido que hoy los aficionados hayan salido “toreando por las calles”. De su torería con la mano del dinero, cabe destacar un natural en redondo que “duró un cuarto de hora”. Tras un estoconazo logró cortar los máximos trofeos. Con lo visto hoy en este toro, bien compensa el precio del abono de cualquier plaza de primera.
Y mañana viene Morante..., ¡que las musas descansen esta noche!
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